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miércoles, 7 de diciembre de 2016

lunes, 5 de diciembre de 2016

martes, 15 de noviembre de 2016

Sabines, Jaime. ¿Que putas puedo?





¿Qué putas puedo hacer con mi rodilla
con mi pierna tan larga y tan flaca, 
con mis brazos, con mi lengua, 
con mis flacos ojos? 
¿Qué puedo hacer en este remolino 
de imbéciles de buena voluntad? 
¿Qué puedo con inteligentes podridos 
y con dulces niñas que no quieren hombre sino poesía? 
¿Qué puedo entre los poetas uniformados 
por la academia o por el comunismo? 
¿Qué, entre vendedores o políticos 
o pastores de almas? 
¿Qué putas puedo hacer, Tarumba, 
si no soy santo, ni héroe, ni bandido, 
ni adorador del arte, 
ni boticario, 
ni rebelde? 
¿Qué puedo hacer si puedo hacerlo todo 
y no tengo ganas sino de mirar y mirar?

jueves, 3 de noviembre de 2016

PIZARNIK, Alejandra. LA MESA VERDE.




El sol como un gran animal demasiado amarillo. Es una suerte que nadie me ayude.
 Nada más peligroso, cuando se necesita ayuda, que recibir ayuda.
Pero a mi noche no la mata ningún sol.

¿Tendré tiempo para hacerme una máscara cuando emerja de la sombra?

Me pruebo en el lenguaje en que compruebo el peso de mis muertos. 

El mar esconde sus muertos. Porque lo de abajo tiene que quedar abajo.

martes, 1 de noviembre de 2016

PAZ, OCTAVIO. Decir, hacer.


A Roman Jakobson
Entre lo que veo y digo,
Entre lo que digo y callo,
Entre lo que callo y sueño,
Entre lo que sueño y olvido
La poesía.
Se desliza entre el sí y el no:
dice
lo que callo,
calla
lo que digo,
sueña
lo que olvido.
No es un decir:
es un hacer.
Es un hacer
que es un decir.
La poesía
se dice y se oye:
es real.
Y apenas digo
es real,
se disipa.
¿Así es más real?
Idea palpable,
palabra
impalpable:
la poesía
va y viene
entre lo que es
y lo que no es.
Teje reflejos
y los desteje.
La poesía
siembra ojos en las páginas
siembra palabras en los ojos.
Los ojos hablan
las palabras miran,
las miradas piensan.
Oír
los pensamientos,
ver
lo que decimos
tocar
el cuerpo
de la idea.
Los ojos
se cierran
Las palabras se abren.

miércoles, 26 de octubre de 2016

VILARIÑO,Idea. '' EL MAR NO ES MAS QUE UN POZO.''


El mar no es más que un pozo de agua oscura,
los astros sólo son barro que brilla,
el amor, sueño, glándulas, locura,
la noche no es azul, es amarilla.
Los astros sólo son barro que brilla,
el mar no es más que un pozo de agua amarga,
la noche no es azul, es amarilla,
la noche no es profunda, es fría y larga.
El mar no es más que un pozo de agua amarga,
a pesar de los versos de los hombres,
el mar no es más que un pozo de agua oscura.
La noche no es profunda, es fría y larga;
a pesar de los versos de los hombres,
el amor, sueño, glándulas, locura.

martes, 18 de octubre de 2016

De Burgos, Julia. Poema con la última tonada



¿Que adónde voy con esas caras tristes 
y un borbotón de venas heridas en mi frente? 

Voy a despedir rosas al mar, 
a deshacerme en olas más altas que los pájaros, 
a quitarme caminos que ya andaban en mi corazón como raíces... 

Voy a perder estrellas, 
y rocíos, 
y riachuelitos breves donde amé la agonía que arruinó 
mis montañas 
y un rumor de palomas 
especial, 
y palabras... 

Voy a quedarme sola, 
sin canciones, ni piel, 
como un túnel por dentro, donde el mismo silencio 
se enloquece y se mata.

domingo, 2 de octubre de 2016

Borges, Jorge Luis. Montevideo





Resbalo por tu tarde como el cansancio por la piedad de un declive. 
La noche nueva es como un ala sobre tus azoteas. 
Eres el Buenos Aires que tuvimos, el que en los años se alejó quietamente. 
Eres nuestra y fiestera, como la estrella que duplican las aguas.
Puerta falsa en el tiempo, tus calles miran al pasado más leve. 
Claror de donde la mañana nos llega, sobre las dulces aguas turbias. 
Antes de iluminar mi celosía tu bajo sol bienaventura tus quintas. 
Ciudad que se oye como un verso. 
Calles con luz de patio.

martes, 27 de septiembre de 2016

VITALE, IDA. LLAMADA VIVA






Ponerse al margen
asistir a un pan
cantar un himno

menoscabarse en vano
abrogar voluntades
refrendar cataclismos

acompañar la soledad
no negarse a las quimeras
remansarse en el tomado

ir de lo ceñido a lo vasto
desde lo opaco a la centella
de comisión al sueño libre

ofrecerse a lo parco del día
si morir una hora tras otra
volver a comenzar cada noche

volar de lo distinto a lo idéntico
admirar miradores y sótanos
infligirse penarse concernirse
estar en busca de alma diferida
preparar un milagro entre la sombra
y llamar vida a lo que sabe a muerte.


De "Reducción del infinito" 2002

lunes, 19 de septiembre de 2016

Storni, Alfonsina. La caricia perdida





Se me va de los dedos la caricia sin causa
 se me va de los dedos... En el viento, al pasar, 
la caricia que vaga sin destino ni objeto, 
la caricia perdida ¿quién la recogerá? 

Pude amar esta noche con piedad infinita, 
pude amar al primero que acertara a llegar. 
Nadie llega. Están solos los floridos senderos. 
La caricia perdida, rodará... rodará... 

Si en los ojos te besan esta noche, viajero, 
si estremece las ramas un dulce suspirar, 
si te oprime los dedos una mano pequeña 
que te toma y te deja, que te logra y se va. 

Si no ves esa mano, ni esa boca que besa, 
si es el aire quien teje la ilusión de besar, 
oh, viajero, que tienes como el cielo los ojos, 
en el viento fundida, ¿me reconocerás?

domingo, 4 de septiembre de 2016

jueves, 4 de agosto de 2016

Bruni, Corina. Altibajos



Un día, risa loca…,
y otro, lágrimas;
sin que medien caricias ni querellas…
Son estados del alma
o de la mente,
que
-en forma ya consciente o subconsciente-
marcan el frágil rostro,
para siempre,
con el sello indeleble de sus huellas.

lunes, 1 de agosto de 2016

VITALE, IDA. AGOSTO, SANTA ROSA



Una lluvia de un día puede no acabar nunca,
puede en gotas,
en hojas de amarilla tristeza
irnos cambiando el cielo todo, el aire,
en torva inundación la luz,
triste, en silencio y negra,
como un mirlo mojado.
Deshecha piel, deshecho cuerpo de agua
destrozándose en torre y pararrayos,
me sobreviene, se me viene sobre
mi altura tantas veces,
mojándome, mugiendo, compartiendo
mi ropa y mis zapatos,
también mi sola lágrima tan salida de madre.
Miro la tarde de hora en hora,
miro de buscarle la cara
con tierna proposición de acento,
miro de perderle pavor,
pero me da la espalda puesta ya a anochecer.
Miro todo tan malo, tan acérrimo y hosco.
¡Qué fácil desalmarse,
ser con muy buenos modos de piedra,
quedar sola, gritando como un árbol,
por cada rama temporal,
muriéndome de agosto!

lunes, 6 de junio de 2016

González Prada, Manuel. Origen del oro




Sacrifica el Rey anciano 
Un llama negro y lustroso, 
Y hacia los cielos eleva 
El corazón y los ojos.

-A ti, Sol inmaculado, 
Padre fecundo de todo, 
A ti consagro la ofrenda 
De mi culto fervoroso.

En vano tribus salvajes 
Adoran sierpes y monstruos: 
Yo mi único Dios te aclamo, 
Yo te venero y te adoro.

-«Tú, que primero me adoras, 
Dice el Sol, oh Rey devoto, 
Padre serás de un Imperio 
Rico, vasto y poderoso.

Si me ofreces negro llama, 
Te doy inmenso tesoro, 
Que hará tus hijos potentes, 
Que hará tu Reino famoso».

Llora el Sol en larga vena, 
Y tierras, lagos y arroyos 
Beben con sed insaciable, 
Que sus lágrimas son oro.

martes, 31 de mayo de 2016

Drummond de Andrade, Carlos. Vamos, no llores




Vamos no llores,
la infancia se ha perdido
la juventud se ha perdido
pero la vida aun no se ha perdido

El primer amor ya pasó
el segundo también pasó,
El tercer amor  pasó
Pero aun continua vivo el corazón.

Perdiste a tu mejor amigo,
no realizaste ningún viaje,
no posees tierra, ni casa, ni barco,
pero tienes un perro.

Algunas duras palabras en voz tenue
te golpearon.
Esas, nunca, nunca cicatrizan,
sin embargo,¿ existe el humor ?

jueves, 26 de mayo de 2016

PIZARNIK, Alejandra. LA ÚNICA HERIDA.




¿Qué bestia caída de pasmo
se arrastra por mi sangre
y quiere salvarse?

He aquí lo difícil:
caminar por las calles
y señalar el cielo o la tierra.

lunes, 9 de mayo de 2016

González Prada, Manuel. Las manchas de la luna







A la bella y blanca Luna 
Ama la pérfida Zorra; 
La persigue tanto y tanto 
Que es la sombra de su sombra.

Tras su Amada, hacia el ocaso, 
Va en carrera presurosa, 
Mas detienen su camino 
Anchos muros de altas olas.

Tras su Amada, hacia el oriente, 
Va................* 
Y la mansión de la Luna 
Con plantas ágiles toca.

La blanca Luna se eleva, 
La plena Luna remonta, 
Y, a cogerla entre sus brazos, 
Salta la pérfida Zorra.

Fue la Luna inmaculada, 
Inmaculada y hermosa, 
Mas quedó manchada y triste 
Con los besos de la Zorra.

lunes, 25 de abril de 2016

PIZARNIK, Alejandra. CAROLINE DE GUNDORODE.



                                                             ''  en nastalgique je vagabandais par l'infini'' C. de G.
                                                              
                                                                                                                 

a Enrique Molina

La mano de la enamorada del viento
acaricia la cara del ausente.
La alucinada con su «maleta de piel de pájaro»
huye de sí misma con un cuchillo en la memoria.
La que fue devorada por el espejo
entra en un cofre de cenizas
y apacigua a las bestias del olvido.

viernes, 22 de abril de 2016

PIZARNIK, Alejandra. FRONTERAS INÚTILES.




un lugar

no digo un espacio

hablo de qué
hablo de lo que no es
hablo de lo que conozco
no el tiempo
sólo todos los instantes
no el amor
no
no
un lugar de ausencia
un hilo de miserable unión.


martes, 29 de marzo de 2016

PAZ, Osvaldo, El cántaro roto






La mirada interior se despliega y un mundo de vértigo y llama nace bajo la frente del que sueña: 
soles azules, verdes remolinos, picos de luz que abren astros como granadas, 
tornasol solitario, ojo de oro girando en el centro de una explanada calcinada, 
bosques de cristal de sonido, bosques de ecos y respuestas y ondas, diálogo de transparencias, 
¡viento, galope de agua entre los muros interminables de una garganta de azabache, 
caballo, cometa, cohete que se clava justo en el corazón de la noche, plumas, surtidores, 
plumas, súbito florecer de las antorchas, velas, alas, invasión de lo blanco, 
pájaros de las islas cantando bajo la frente del que sueña! 

Abrí los ojos, los alcé hasta el cielo y vi cómo la noche se cubría de estrellas. 
¡Islas vivas, brazaletes de islas llameantes, piedras ardiendo, respirando, racimos de piedras vivas, 
cuánta fuente, qué claridades, qué cabelleras sobre una espalda oscura, 
cuánto río allá arriba, y ese sonar remoto de agua junto al fuego, de luz contra la sombra! 
Harpas, jardines de harpas. 

Pero a mi lado no había nadie. 
Sólo el llano: cactus, huizaches, piedras enormes que estallan bajo el sol. 
No cantaba el grillo, 
había un vago olor a cal y semillas quemadas, 
las calles del poblado eran arroyos secos 
y el aire se habría roto en mil pedazos si alguien hubiese gritado: ¿quién vive? 
Cerros pelados, volcán frío, piedra y jadeo bajo tanto esplendor, sequía, sabor de polvo, 
rumor de pies descalzos sobre el polvo, ¡y el pirú en medio del llano como un surtidor petrificado! 

Dime, sequía, dime, tierra quemada, tierra de huesos remolidos, dime, luna agónica, 
¿no hay agua, 
hay sólo sangre, sólo hay polvo, sólo pisadas de pies desnudos sobre la espina, 
sólo andrajos y comida de insectos y sopor bajo el mediodía impío como un cacique de oro? 
¿No hay relinchos de caballos a la orilla del río, entre las grandes piedras redondas y relucientes, 
en el remanso, bajo la luz verde de las hojas y los gritos de los hombres y las mujeres bahándose al alba? 
El dios-maíz, el dios-flor, el dios-agua, el dios-sangre, la Virgen, 
¿todos se han muerto, se han ido, cántaros rotos al borde de la fuente cegada? 
¿Sólo está vivo el sapo, 
sólo reluce y brilla en la noche de México el sapo verduzco, 
sólo el cacique gordo de Cempoala es inmortal? 

Tendido al pie del divino árbol de jade regado con sangre, mientras dos esclavos jóvenes lo abanican, 
en los días de las grandes procesiones al frente del pueblo, apoyado en la cruz: arma y bastón, 
en traje de batalla, el esculpido rostro de silex aspirando como un incienso precioso el humo de los fusilamientos, 
los fines de semana en su casa blindada junto al mar, al lado de su querida cubierta de joyas de gas neón, 
¿sólo el sapo es inmortal? 

He aquí a la rabia verde y fría y a su cola de navajas y vidrio cortado, 
he aqui al perro y a su aullido sarnoso, 
al maguey taciturno, al nopal y al candelabro erizados, he aquí a la flor que sangra y hace sangrar, 
la flor de inexorable y tajante geometría como un delicado instrumento de tortura, 
he aquí a la noche de dientes largos y mirada filosa, la noche que desuella con un pedernal invisible, 
oye a los dientes chocar uno contra otro, 
oye a los huesos machacando a los huesos, 
al tambor de piel humana golpeado por el fémur, 
al tambor del pecho golpeado por el talón rabioso, 
al tam-tam de los tímpanos golpeados por el sol delirante, 
he aqui al polvo que se levanta como un rey amarillo y todo lo descuaja y danza solitario y se derrumba 
como un árbol al que de pronto se le han secado las raíces, como una torre que cae de un solo tajo, 
he aquí al hombre que cae y se levanta y come polvo y se arrastra, 
al insecto humano que perfora la piedra y perfora los siglos y carcome la luz, 
he aquí a la piedra rota, al hombre roto, a la luz rota. 

¿Abrir los ojos o cerrarlos, todo es igual? 
Castillos interiores que incendia el pensamiento porque otro más puro se levante, sólo fulgor y llama, 
semilla de la imagen que crece hasta ser árbol y hace estallar el cráneo, 
palabra que busca unos labios que la digan, 
sobre la antigua fuente humana cayeron grandes piedras, 
hay siglos de piedras, años de losas, minutos espesores sobre la fuente humana. 

Dime, sequía, piedra pulida por el tiempo sin dientes, por el hambre sin dientes, 
polvo molido por dientes que son siglos, por siglos que son hambres, 
dime, cántaro roto caído en el polvo, dime, 
¿la luz nace frotando hueso contra hueso, hombre contra hombre, hambre contra hambre, 
hasta que surja al fin la chispa, el grito, la palabra, 
hasta que brote al fin el agua y crezca el árbol de anchas hojas de turquesa? 

Hay que dormir con los ojos abiertos, hay que soñar con las manos, 
soñemos sueños activos de río buscando su cauce, sueños de sol soñando sus mundos, 
hay que soñar en voz alta, hay que cantar hasta que el canto eche raíces, tronco, ramas, pájaros, astros, 
cantar hasta que el sueño engendre y brote del costado del dormido la espiga roja de la resurrección, 
el agua de la mujer, el manantial para beber y mirarse y reconocerse y recobrarse, 
el manantial para saberse hombre, el agua que habla a solas en la noche y nos llama con nuestro nombre, 
el manantial de las palabras para decir yo, tú, él, nosotros, bajo el gran árbol viviente estatua de la lluvia, 
para decir los pronombres hermosos y reconocernos y ser fieles a nuestros nombres 
hay que soñar hacia atrás, hacia la fuente, hay que remar siglos arriba, 
más allá de la infancia, más allá del comienzo, más allá de las aguas del bautismo, 
echar abajo las paredes entre el hombre y el hombre, juntar de nuevo lo que fue separado, 
vida y muerte no son mundos contrarios, somos un solo tallo con dos flores gemelas, 
hay que desenterrar la palabra perdida, soñar hacia dentro y también hacia afuera, 
descifrar el tatuaje de la noche y mirar cara a cara al mediodía y arrancarle su máscara, 
bañarse en luz solar y comer los frutos nocturnos, deletrear la escritura del astro y la del río, 
recordar lo que dicen la sangre y la marea, la tierra y el cuerpo, volver al punto de partida, 
ni adentro ni afuera, ni arriba ni abajo, al cruce de caminos, adonde empiezan los caminos, 
porque la luz canta con un rumor de agua, con un rumor de follaje canta el agua 
y el alba está cargada de frutos, el día y la noche reconciliados fluyen como un río manso, 
el día y la noche se acarician largamente como un hombre y una mujer enamorados, 
como un solo río interminable bajo arcos de siglos fluyen las estaciones y los hombres, 
hacia allá, al centro vivo del origen, más allá de fin y comienzo.

lunes, 28 de marzo de 2016