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miércoles, 26 de noviembre de 2014

lunes, 10 de noviembre de 2014

domingo, 19 de octubre de 2014

VILARIÑO, Idea.. QUIERO MORIR



Quiero morir. No quiero oír ya más campanas.
La noche se deshace, el silencio se agrieta.
Si ahora un coro sombrío en un bajo imposible,
si un órgano imposible descendiera hasta donde
Quiero morir, y entonces me grita estás muriendo,
quiero cerrar los ojos porque estoy tan cansada.
Si no hay una mirada ni un don que me sostengan,
si se vuelven, si toman, qué espero de la noche.
Quiero morir ahora que se hielan las flores,
que en vano se fatigan las calladas estrellas,
que el reloj detenido no atormenta el silencio.
Quiero morir. No muero.
No me muero. Tal vez
tantos, tantos derrumbes, tantas muertes, tal vez,
tanto olvido, rechazos,
tantos dioses que huyeron con palabras queridasno me dejan morir definitivamente.

martes, 14 de octubre de 2014

BELLI, Gioconda. ACONTECIMIENTOS


Estar como una ola
encrespada en el suave
murmullo de tu sangre.
Dormitar prendida de tus bordes
acurrrucado pelo derramado en tu hombro
sostenido en la caricia de tu mano.
Decir sin hablar
cosas dichas desde el principio,
desde el primer apareamiento de un hombre y
una mujer
que se descubren
descubriendo el mundo.
Ser este animalito dulce
que te busca con los ojos abiertos
y piensa que la vida es hermosa, intensa,
inesperadamente nueva.

lunes, 15 de septiembre de 2014

PIZARNIK. Alejandra. AMANTES



una flor, no lejos de la noche
mi cuerpo mudo
se abre a la delicada
urgencia del rocìo

( "Los trabajos y las noches.'' 1965)

martes, 2 de septiembre de 2014

VITALE, IDA. DE UN FULGOR A OTRO



Quizás no se deba ir más lejos.
Aventurarse quizás apenas sea
desventurarse más,
alejarse un atroz infinito
del sueño al que accedemos
para irisar la vida,
como el juego de luces que encendía,
en la infancia,
el prisma de cristal,
el lago de tristeza, ciertas islas.
Sí, entre biseles citados los colores,
un fulgor anidaba sobre otro
-seda y deslumbramiento
el margen del espejo-
y aquello también era un espectro,
sabido, exacto. Centelleos ajenos
en un mundo apagado.
Como un canto sin un cuerpo visible,
un reflejo del sol creaba
una cascada un río una floresta
entre paredes áridas.
Sí, no vayamos más lejos,
quedemos junto al pájaro humilde
que tiene nido entre la buganvilia
y de cerca vigila.
Más allá sé que empieza lo sórdido,
la codicia, el estrago.


De "Nuevas arenas II" 2002

VITALE, IDA. ACLIMATACIÓN.1984




Primero te retraes,

                                      te agostas,
pierdes alma en lo seco,
en lo que no comprendes,
intentas llegar al agua de la vida,
alumbrar una membrana mínima,
una hoja pequeña.
                                       No soñar flores.
El aire te sofoca.
                                    Sientes la arena
reinar en la mañana,
morir lo verde,
subir árido oro.
Pero aun sin ella saberlo,
desde algún borde,
una voz compadece, te moja,
breve, dichosamente
breve


















PIZARNIK, Alejandra. . A ESTER SINGER.






a Ester Singer

Vida, mi vida, déjate caer, déjate doler, mi vida, déjate enlazar de fuego, 
de silencio ingenuo, de piedras verdes en la casa de la noche, 
déjate caer y doler, mi vida.


37
más allá de cualquier zona prohibida
hay un espejo para nuestra triste transparencia


38
Este canto arrepentido, vigía detrás de mis poemas'
este canto me desmiente, me amordaza.


jueves, 7 de agosto de 2014

PIZARNIK, Alejandra. EXILIO



                                                    A Raúl Gustavo Aguirre

Esta manía de saberme ángel,
sin edad,
sin muerte en qué vivirme,
sin piedad por mi nombre
ni por mis huesos que lloran vagando.

¿Y quién no tiene un amor?
¿Y quién no goza entre amapolas?
¿Y quién no posee un fuego, una muerte,
un miedo, algo horrible,
aunque fuere con plumas,
aunque fuere con sonrisas?

Siniestro delirio amar a una sombra.
La sombra no muere.
Y mi amor
sólo abraza a lo que fluye
como lava del infierno:
una logia callada,
fantasmas en dulce erección,
sacerdotes de espuma,
y sobre todo ángeles,
ángeles bellos como cuchillos
que se elevan en la noche
y devastan la esperanza.


viernes, 18 de julio de 2014

PIZARNIK, Alejandra. PEREGRINAJE.



                                         A Elizabeth Azcona Cranwell

Llamé, llamé como la náufraga dichosa
a las olas verdugas
que conocen el verdadero nombre
de la muerte.


He llamado al viento,
le confié mi deseo de ser.

Pero un pájaro muerto
vuela hacia la desesperanza
en medio de la música
cuando brujas y flores
cortan la mano de la bruma.
Un pájaro muerto llamado azul.

No es la soledad con alas,
es el silencio de la prisionera,
es la mudez de pájaros y viento,
es el mundo enojado con mi risa
o los guardianes del infierno
rompiendo mis cartas.

He llamado, he llamado.
He llamado hacia nunca.

lunes, 14 de julio de 2014

jueves, 19 de junio de 2014

PIZARNIK, Alejandra. ARBOL DE DIANA




1

He dado el salto de mí al alba.
He dejado mi cuerpo junto a la luz
y he cantado la tristeza de lo que nace
2
Estas son las versiones que nos propone
un agujero, una pared que tiembla...
3
solo el silencio
el silencio
solo la sed
ningùn encuentro
cuìdate amor mìo
cuìdate de la silenciosa en el desierto
de la viajera con el vaso vacìo
y de la sombra de su sombra
4
Ahora bien:
Quien dejarà de hundir su mano en busca
del tributo para la pequeña olvidada.
 El frìo pagarà. Pagarà el viento. La lluvia pagarà
pagarà el trueno.
5
por un minuto de vida breve
ùnica de ojos abiertos
por un minuto de ver
en el cerebro flores pequeñas
danzando como palabras en la boca de un mudo.
6
ella se desnuda en el paraìso
de su memoria,
ella desconoce el feroz destino
de sus visiones
ella tiene miedo de no saber nombrar
lo que no existe
7
salta con la camisa en llamas
de estrella a estrella
de sombra en sombra.
Muere de muerte lejana
la que ama al viento.
8
Memoria iluminada, galerìa donde vaga
la sombra de lo que espero.
No es verdad que vendrà.
No es verdad que no vendrà




miércoles, 18 de junio de 2014

PIZARNIK, Alejandra. (LES CHANTS DE MALDOROR)





Debajo de mi vestido ardía un campo con flores alegres
como los niños de la medianoche.
El soplo de la luz en mis huesos cuando escribo la palabra
tierra. Palabra o presencia seguida por animales perfumados;
triste como sí misma, hermosa como el suicidio; y que me
sobrevuela como una dinastía de soles.

De "El infierno musical" 1971

martes, 27 de mayo de 2014

WALCOTT, DERECK. Me detengo a oír un estrepitoso triunfo de cigarras...





Me detengo a oír un estrepitoso triunfo de cigarras

ajustando el tono de la vida, pero vivir a su tono

de alegría es insoportable.

 Que apaguen ese sonido.
Despues de la inmersión del silencio,
el ojo se acostumbra a las formas de los muebles
y la mente a la oscuridad.
Las cigarras son frenéticas como los pies
de mi madre , pisando las agujas de la lluvia que se aproxima
Días espesos como hojas encontonces, próximos los unos de los otros
como horas y un olor a quemado por el sol
se alzó de la carretera lloviznada.
Punteo sus líneas a las mías ahora con la misma máquina,
Que trabajo ante nosotros, que luz solar para generaciones !
La luz, corteza de limón en Vermeer, saber que esperará allí
por otros, la hoja de eucaliptus rota, aun oliendo 
fuertemente a trementina, el follaje del árbol del pan,
de contenido oxidado como en Van Ruysdael.
La sangre holandesa que hay en mi se dibuja con detalle.
Una vez quise limpiar una gota de agua de un bodegón flamenco
en un libro de estampas, creyendo que era real.
Reflejaba el mundo en su cristal, temblando por el peso.
Que alegria en esa gota de sudor, sabiendo que otros perseverarán!
Que escriban: '' A los cincuenta, invirtió las estaciones, 
la carretara de su sangre cantó con las cigarras parlantes''
como cuando emprendí el camino para pintar en mi decimoctavo año.



(Versión de Vicente Arguas)







lunes, 26 de mayo de 2014

VILARIÑO, IDEA. ''LA NOCHE''





Es un oro imposible de comprender, un acabado
silencio que renace y se incorpora.

Las manos de la noche buscan el aire, el aire
se olvida sobre el mar,
el mar cerrado,
el mar,
solo en la noche, envuelto
en su gran soledad,
el hondo mar agonizando en vano...

El mar oliendo a algas moribundas y al sol,
la arena a musgo, a cielo, el cielo
a estrellas. La alta noche sin voces
deviniendo en sí misma, inagotada y plena,
es la mujer total con los ojos serenos
y el hombre silencioso olvidado en la playa,
el alto, el poderoso, el triste,
el que contempla,
conoce su poder que crea, ordena el mundo,
se vuelve a su conciencia que da fe de las cosas,
y el haz de los sentidos le limita la noche.

I

Concédeme esos cielos, esos mundos dormidos,
el peso del silencio, ese arco, ese abandono,
enciéndeme las manos,
ahóndame la vida
con la dádiva dulce que te pido.

Dame la luz sombría, apasionada y firme
de esos cielos lejanos, la armonía
de esos mundos sellados,
dame el límite mudo, el detenido
contorno de esas lunas de sombra,
su contenido canto.

Tú, el negado, da todo,
tú, el poderoso, pide,
tú, el silencioso, dame la dádiva dulcísima
de esa miel inmediata y sin sentido.

II

Estás solo, lo mismo.

Yo no toco tu vida, tu soledad, tu frente,
yo no soy en tu noche más que un lago, una copa,
más que un profundo lago,
en que puedes beber aun cerrados los ojos,
olvidado.
soy para ti como otra oscuridad, otra noche,
anticipo de la muerte,
lo que llega en el día frío el hombre espera, aguarda,
y llega y él se entrega a la noche, a una boca,
y el olvido total lo ciega y lo anonada.

Sin límites la noche,
pura, despierta, sola,
solícita al amor, ángel de todo gesto...

Estás solo, lo mismo.
Ebrio, lúcido, azul, olvidado del alma,
concédete a la hora.

jueves, 1 de mayo de 2014

AMORIM, Enrique. PRIMERO DE MAYO. (POEMAS)


    A Nicolás Guillén

El abuelo gringo
que vino en un barco
de velas de fuego
y mástiles blancos
-brújula embrujada
mendrugos y endriagos-
El abuelo gringo
dijo por lo bajo:


Primero de Mayo.

Recorrió la América

numerando andamios
Coloreó arrabales
y fue, palmo a palmo,
corazones, tierra
ganando. Ganando
mujer, casa y huerto
para su descanso.


Primero de Mayo.

Y encendió la pipa

en medio del patio.
Hojas otoñales
siguieron sus pasos.
Por la calle sola
se alejó cantando,
con un libro viejo
cerrado en sus manos.


Primero de Mayo.

Los hombres temieron

al fuego del canto?
Daban miedo entonces
las voces en alto?
 Hubo atardeceres
de sangre y espanto.
Muros de ignominia
y enlutado asfalto.


Primero de Mayo


La plaza cercada

de sables y cascos.
El rencor roncaba
su sordo fracaso.
El grito del puño
y el puño en lo alto
Un clarín de muerte
deshojó el espacio.

Primero de Mayo.


Rosas renovadas

en ocasión bravos.
Noches de la imprenta
sudores lunados.
Rojos fueron siempre
la aurora y el parto.
La nieta ya lee
el viejo libraco.


Primero de Mayo


Se abrieron las calles

a punta de canto.
Las heroicas madres
los hijos en brazos.
Vendaval de gritos,
el grito sagrado.
Gargantas de acero:
¡Libertad hermanos!

Primero de Mayo.

Banderas al viento

tu fecha flamearon
por calles y plazas
y sierras y campos
y montes y surcos
¡Espigas y estrellas
colmaron los labios!


Primero de Mayo.

Ya nadie podría

la fiesta quitaros
¿quien puede a los yunques?
¿quien puede al arado?
¡Que claro es el día, 
que día mas claro!
Está amaneciendo
¡Primero de Mayo!

                                               Buenos Aires, 1947.

viernes, 25 de abril de 2014

BUSTAMANTE, CECILIA. El perfume de los campos de mi patria.





El perfume de los campos de mi patria

dista.
 Pero No Se pierde.
Los Cielos Que Me cubren
Poseen La Estrella de Mis Padres
y Los Ríos Que llegan de las Altas lagunas
acarician la simiente,
 Que Colma Las Retamas florecidas.
 Estos Hombres Que saludan hijo los hombres de mi patria, acallados y lejanos junto al río,
 Anidando en la noche del hasta Que brote el Día. 
Yo les Ofrezco 
La Inquietud de mi corazón y la calma de mi mano Vacía.