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domingo, 2 de octubre de 2016

Borges, Jorge Luis. Montevideo





Resbalo por tu tarde como el cansancio por la piedad de un declive. 
La noche nueva es como un ala sobre tus azoteas. 
Eres el Buenos Aires que tuvimos, el que en los años se alejó quietamente. 
Eres nuestra y fiestera, como la estrella que duplican las aguas.
Puerta falsa en el tiempo, tus calles miran al pasado más leve. 
Claror de donde la mañana nos llega, sobre las dulces aguas turbias. 
Antes de iluminar mi celosía tu bajo sol bienaventura tus quintas. 
Ciudad que se oye como un verso. 
Calles con luz de patio.

martes, 27 de septiembre de 2016

VITALE, IDA. LLAMADA VIVA






Ponerse al margen
asistir a un pan
cantar un himno

menoscabarse en vano
abrogar voluntades
refrendar cataclismos

acompañar la soledad
no negarse a las quimeras
remansarse en el tomado

ir de lo ceñido a lo vasto
desde lo opaco a la centella
de comisión al sueño libre

ofrecerse a lo parco del día
si morir una hora tras otra
volver a comenzar cada noche

volar de lo distinto a lo idéntico
admirar miradores y sótanos
infligirse penarse concernirse
estar en busca de alma diferida
preparar un milagro entre la sombra
y llamar vida a lo que sabe a muerte.


De "Reducción del infinito" 2002

lunes, 19 de septiembre de 2016

Storni, Alfonsina. La caricia perdida





Se me va de los dedos la caricia sin causa
 se me va de los dedos... En el viento, al pasar, 
la caricia que vaga sin destino ni objeto, 
la caricia perdida ¿quién la recogerá? 

Pude amar esta noche con piedad infinita, 
pude amar al primero que acertara a llegar. 
Nadie llega. Están solos los floridos senderos. 
La caricia perdida, rodará... rodará... 

Si en los ojos te besan esta noche, viajero, 
si estremece las ramas un dulce suspirar, 
si te oprime los dedos una mano pequeña 
que te toma y te deja, que te logra y se va. 

Si no ves esa mano, ni esa boca que besa, 
si es el aire quien teje la ilusión de besar, 
oh, viajero, que tienes como el cielo los ojos, 
en el viento fundida, ¿me reconocerás?

domingo, 4 de septiembre de 2016

jueves, 4 de agosto de 2016

Bruni, Corina. Altibajos



Un día, risa loca…,
y otro, lágrimas;
sin que medien caricias ni querellas…
Son estados del alma
o de la mente,
que
-en forma ya consciente o subconsciente-
marcan el frágil rostro,
para siempre,
con el sello indeleble de sus huellas.

lunes, 1 de agosto de 2016

VITALE, IDA. AGOSTO, SANTA ROSA



Una lluvia de un día puede no acabar nunca,
puede en gotas,
en hojas de amarilla tristeza
irnos cambiando el cielo todo, el aire,
en torva inundación la luz,
triste, en silencio y negra,
como un mirlo mojado.
Deshecha piel, deshecho cuerpo de agua
destrozándose en torre y pararrayos,
me sobreviene, se me viene sobre
mi altura tantas veces,
mojándome, mugiendo, compartiendo
mi ropa y mis zapatos,
también mi sola lágrima tan salida de madre.
Miro la tarde de hora en hora,
miro de buscarle la cara
con tierna proposición de acento,
miro de perderle pavor,
pero me da la espalda puesta ya a anochecer.
Miro todo tan malo, tan acérrimo y hosco.
¡Qué fácil desalmarse,
ser con muy buenos modos de piedra,
quedar sola, gritando como un árbol,
por cada rama temporal,
muriéndome de agosto!

lunes, 6 de junio de 2016

González Prada, Manuel. Origen del oro




Sacrifica el Rey anciano 
Un llama negro y lustroso, 
Y hacia los cielos eleva 
El corazón y los ojos.

-A ti, Sol inmaculado, 
Padre fecundo de todo, 
A ti consagro la ofrenda 
De mi culto fervoroso.

En vano tribus salvajes 
Adoran sierpes y monstruos: 
Yo mi único Dios te aclamo, 
Yo te venero y te adoro.

-«Tú, que primero me adoras, 
Dice el Sol, oh Rey devoto, 
Padre serás de un Imperio 
Rico, vasto y poderoso.

Si me ofreces negro llama, 
Te doy inmenso tesoro, 
Que hará tus hijos potentes, 
Que hará tu Reino famoso».

Llora el Sol en larga vena, 
Y tierras, lagos y arroyos 
Beben con sed insaciable, 
Que sus lágrimas son oro.