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domingo, 30 de junio de 2013

BENEDETTI, Mario. AMOR DE TARDE




Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cuatro
y acabo la planilla y pienso diez minutos
y estiro las piernas como todas las tardes
y hago así con los hombros para aflojar la espalda
y me doblo los dedos y les saco  mentiras.
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cinco
y soy una manija que calcula intereses
o dos manos que saltan sobre cuarenta teclas
o un oído que escucha como ladra el teléfono
o un tipo que hace números y les saca verdades.

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las seis.
Podrías acercarte de sorpresa
y decirme "¿Qué tal?" y quedaríamos
yo con la mancha roja de tus labios
tú con el tizne azul de mi carbónico.

martes, 25 de junio de 2013

PIZARNIK, Alejandra.. NOCHE



Tal vez esta noche no es noche,
debe ser un sol horrendo, o
lo otro, o cualquier cosa.
¡Qué sé yo! Faltan palabras,
falta candor, falta poesía
cuando la sangre llora y llora!

¡Pudiera ser tan feliz esta noche!
Si sólo me fuera dado palpar
las sombras, oír pasos,
decir "buenas noches" a cualquiera
que pasease a su perro,
miraría la luna, dijera su
extraña lactescencia tropezaría
con piedras al azar, como se hace.

Pero hay algo que rompe la piel,
una ciega furia
que corre por mis venas.
¡Quiero salir! Cancerbero del alma.
¡Deja, déjame traspasar tu sonrisa!
¡Pudiera ser tan feliz esta noche!

Aún quedan ensueños rezagados.
¡Y tantos libros! ¡Y tantas luces
¡Y mis pocos años! ¿Por qué no?
La muerte está lejana. No me mira.
¡Tanta vida, Señor!
¿Para qué tanta vida?

De "La última inocencia" 1956

MEIRELES, Cecilia. TIMIDEZ






 Me basta un pequeño gesto
hecho de lejos, muy leve,
para que vengas conmigo,
para que siempre te lleve.
Sólo ese, yo no lo haré.

Una palabra caída
de las montañas de instantes
desmancha todos los mares,
une tierras muy distantes.

lunes, 24 de junio de 2013

MEIRELES, Cecilia. PALABRA QUE NO DIRÉ




Para que tu me adivines
entre vientos taciturnos
apago mis pensamientos 
visto ropajes nocturnos.
Que amargamente inventé.
Y mientras no me descubres
van los mundos navegando
en aires ciertos del tiempo
hasta no se sabe cuando...
Y un día me acabaré.

viernes, 21 de junio de 2013

QUINTANA, Mario. LA ALEGRÌA







No es esa alegría fácil de las cabras montesas
ni la de los borrachos dando tumbos
sino
una alegría sin cencerros ni panderetas…
Ésa quería yo:
La inmortal, la serena alegría que brilla en la mirada
de los santos
ante la luminosa presencia de la muerte.

jueves, 20 de junio de 2013

DRUMMOND de ANDRADE, Carlos. ANIVERSARIO





¿Un verso para salvarte

del olvido sobre la tierra?
Si es en mí que estás olvidada,
el verso recordaría apenas
esta fuerza de olvido,
mientras la vida, sin memoria,
vaga atmósfera, se condensa
en la pequeña caja donde vives
como los muertos saben vivir.

martes, 18 de junio de 2013

QUINTANA, MARIO. MI VIDA NO ERA UN ROMANCE.






Mi vida no era un romance ... 
Yo nunca he sido un secreto hasta ahora.
Si me quieres, no dice, me muero de la sorpresa
 ... encanto ... miedo ... 
Mi vida no era un romance
 Mi vida empezó a pasar
 Si no te gusta,
 no pretendo vivir un amor que espera para el amor
. Mi vida no era un romance
 ... pobre ... la vida no tiene argumento ... 
Gloria a ti la vida hinches
 Por sorpresa, el encanto, el miedo! 
Mi vida no era un romance ...
 Ay ... que iba a terminar!

miércoles, 5 de junio de 2013

VALLEJO, Cesar. DESHOJACIÓN SAGRADA




Luna! Corona de una testa inmensa,
que te vas deshojando en sombras gualdas!
Roja corona de un Jesús que piensa
tragicamente dulce de esmeraldas!
Luna! Alocado corazón celeste
¿por qué bogas así, dentro de copa
llena de vino azul, hacia el oeste,
cual derrotada y dolorida popa?
Luna! Y a fuerza de volar en vano,
te holocaustas en ópalos dispersos:
tú eres tal vez mi corazón gitano
que vaga en el azul llorando versos!...

martes, 4 de junio de 2013

VILARIÑO, Idea. Cuando ya noches mìas



Cuando ya noches mías
ignoradas e intactas,
sin roces.
Cuando aromas sin mezclas
inviolados.
Cuando yo estrella fría
y no flor en un ramo de colores.
Y cuando ya mi vida,
mi ardua vida,
en soledad
como una lenta gota
queriendo caer siempre
y siempre sostenida
cargándose, llenándose
de sí misma, temblando,
apurando su brillo
y su retorno al río.
Ya sin temblor ni luz
cayendo oscuramente.