
''me preguntas que quiero y te respondo''
Quiero que las ventanas de mi patria
se abran hacia paisajes conquistados.
La tierra entera para el hombre entero
y el humo acariciando los sembrados.
Quiero caminos con canciones,
quiero oir mi voz perderse
entre las voces en el polvo, en el polen.
Las guitarras templadas en el filo de las hoces.
Entre la muchedumbre
quiero oir a la mujer cantar
y en labios rojos las brazas
sin cenizas de sus cantos
y un alba de laureles en los ojos.
Quiero la mano fraternal, tranquila
partiendo el pan sin exigencia alguna.
Quiero un campo oloroso y opulento
sin perros que le ladren a la luna.
Quiero espantar a pálidos fantasmas
que el pasado dejó contra los murosde mi casa de ayer,
quiero vencerlos con flores frescas
y diamantes puros.
Para tí, para mí,
para el que nace en el instante
en que esta línea escribo.
Quiero una paz poética perfecta,
la luna, la paloma y el olivo.
La paz cristiana y la pagana.
Quiero la de la hormiga
que al rosal debora precisamente,
y la del topo arisco
que desprecia a la aurora,
la del pájaro libre
que en el bosque primitivo
se esconde
para evitar al hombre que guerrea.
Quiero una paz bajo la lluvia
donde la suave línea del paisaje
estire sus frágiles andamios de esmeraldas.
La paz del viento y la del árbol alto
con su carga de sol a las espaldas.
Y la paz de las hojas que nos miran
arar,carpir, sembrar - y hasta escribir -
con ojos verdes de esperanza cierta.
Quiero la paz para vivir sobre el caballo
y junto al perro fiel, para tí, para mí,
para el que duerme
en el instante en que la Paz invoco,
la dulce paz inerme de la espiga,
del trébol y del hombre.
La de este río y la del amigo lejano,
en tierras donde yacen
huesos de millones de muertos sin testigo
. Quiero una paz que la memoria aliente
de los que en vano desaparecieron,
una paz justiciera regida por aquellos
que murieron con la esperanza de una vida nueva.
Para las tumbas,
sí, también la quiero
para las alas de una golondrina
y un plato caliente del puchero.
Para tí, para mí, para el que cometrágicamente a solas
mientras caen granadas en Corea
y sangran las heridas españolas.
Y para tí, maestra de los campos
santa madrugadora y tesonera
quiero que no te olviden los que vienen
laborando la paz en primavera.
Vibro con el escudo del colegio
vuelvo a la infancia y en el aula
vibro en vano hablar de patria
sin escuelas
que el arma de los pueblos es el libro.
Quiero aquel libro que se escamotea
en la balumba de las frases hechas
quiero ese libro que se esconde y quema
quiero que se reparta en las cosechas
junto a la trilladora, en el granero
mientras cantan gargantas y poleas
en el rumor del mundo, libro y grano,
libre el trigal y libres las ideas.
Quiero un mundo de puertas sin cadenas
libre la mar, libérrimo el velero.
Cerrojos y candados sumergidos...
En tus manos las llaves, compañero.
Quiero la paz del grillo
en su nocturna ilusión infinita,
tan constante como este quiero
inevitable y claro que repito anhelante.
Abro mi corazón al responderte
y no cierres el tuyo a mi respuesta.
Oye en la Paz como despierta el pueblo
Súmate a la alegría de la fiesta.
Y no interrogues mas,
ven con nosotros
a desbrozar la selva hasta el sendero.
Quiero un hermano mas, sencillamente,
ya ves que poco quiero!
Quiero que las ventanas de mi patria
se abran hacia paisajes conquistados.
La tierra entera para el hombre entero
y el humo acariciando los sembrados.
Quiero caminos con canciones,
quiero oir mi voz perderse
entre las voces en el polvo, en el polen.
Las guitarras templadas en el filo de las hoces.
Entre la muchedumbre
quiero oir a la mujer cantar
y en labios rojos las brazas
sin cenizas de sus cantos
y un alba de laureles en los ojos.
Quiero la mano fraternal, tranquila
partiendo el pan sin exigencia alguna.
Quiero un campo oloroso y opulento
sin perros que le ladren a la luna.
Quiero espantar a pálidos fantasmas
que el pasado dejó contra los murosde mi casa de ayer,
quiero vencerlos con flores frescas
y diamantes puros.
Para tí, para mí,
para el que nace en el instante
en que esta línea escribo.
Quiero una paz poética perfecta,
la luna, la paloma y el olivo.
La paz cristiana y la pagana.
Quiero la de la hormiga
que al rosal debora precisamente,
y la del topo arisco
que desprecia a la aurora,
la del pájaro libre
que en el bosque primitivo
se esconde
para evitar al hombre que guerrea.
Quiero una paz bajo la lluvia
donde la suave línea del paisaje
estire sus frágiles andamios de esmeraldas.
La paz del viento y la del árbol alto
con su carga de sol a las espaldas.
Y la paz de las hojas que nos miran
arar,carpir, sembrar - y hasta escribir -
con ojos verdes de esperanza cierta.
Quiero la paz para vivir sobre el caballo
y junto al perro fiel, para tí, para mí,
para el que duerme
en el instante en que la Paz invoco,
la dulce paz inerme de la espiga,
del trébol y del hombre.
La de este río y la del amigo lejano,
en tierras donde yacen
huesos de millones de muertos sin testigo
. Quiero una paz que la memoria aliente
de los que en vano desaparecieron,
una paz justiciera regida por aquellos
que murieron con la esperanza de una vida nueva.
Para las tumbas,
sí, también la quiero
para las alas de una golondrina
y un plato caliente del puchero.
Para tí, para mí, para el que cometrágicamente a solas
mientras caen granadas en Corea
y sangran las heridas españolas.
Y para tí, maestra de los campos
santa madrugadora y tesonera
quiero que no te olviden los que vienen
laborando la paz en primavera.
Vibro con el escudo del colegio
vuelvo a la infancia y en el aula
vibro en vano hablar de patria
sin escuelas
que el arma de los pueblos es el libro.
Quiero aquel libro que se escamotea
en la balumba de las frases hechas
quiero ese libro que se esconde y quema
quiero que se reparta en las cosechas
junto a la trilladora, en el granero
mientras cantan gargantas y poleas
en el rumor del mundo, libro y grano,
libre el trigal y libres las ideas.
Quiero un mundo de puertas sin cadenas
libre la mar, libérrimo el velero.
Cerrojos y candados sumergidos...
En tus manos las llaves, compañero.
Quiero la paz del grillo
en su nocturna ilusión infinita,
tan constante como este quiero
inevitable y claro que repito anhelante.
Abro mi corazón al responderte
y no cierres el tuyo a mi respuesta.
Oye en la Paz como despierta el pueblo
Súmate a la alegría de la fiesta.
Y no interrogues mas,
ven con nosotros
a desbrozar la selva hasta el sendero.
Quiero un hermano mas, sencillamente,
ya ves que poco quiero!