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lunes, 9 de diciembre de 2013

PIZARNIK, Alejandra. EL DESPERTAR




                                                      A León Ostrov
Señor
La jaula se ha vuelto pàjaro
y se ha volado 
y mi corazòn està loco
porque aùlla a la muerte
y sonrìe detràs del viento
a mis delirios.
Que harè con el miedo,
Que harè con el miedo.
Ya no baila la luz en mi sonrisa
ni las estaciones queman palomas en mis ideas
Mis manos se han desnudado
y se han ido donde la muerte
a enseñar a vivir a los muertos 
Señor
El aire me castiga el ser
Detràs del aire hay monstruos
que beben de mi sangre.
Es el desastre
Es la hora del vacìo no vacìo
Es el instante de poner cerrojos a los labios
oir a los condenados gritar
contemplar a cada uno de mis nombres
ahorcados en la nada.
Señor
Tengo veinte años
Tambièn mis ojos tienen veinte años 
y sin embargo no dicen nada.
Señor
He consumado mi vida en un instante
La ùltima inocencia estallò
y ahora es nunca o jamàs
o simplemente fue.
Como no me suicido frente a un espejo
y desaparezco para reaparecer en el mar
donde un barco me esperarìa 
con las luces encendidas?
Como no me extraigo las venas
y hago con ellas una escala 
para huir de la noche?
El principio ha dado a luz el final
Todo continuarà igual,
Las sonrisas gastadas
El interès interesado
Las preguntas de piedra en piedra
Las gesticulaciones que remedan amor
Todo continuarà igual
Pero mis brazos insisten en abrazar al mundo
porque aun no les enseñaron
que ya es demasiado tarde.
Señor
Arroja los fèretros de mi sangre
Recuerdo mi niñez
Cuando yo era una anciana
Las flores morìan en mis manos
porque la danza salvaje de la legrìa
les destruìa el corazòn.
Recuerdo las negras mañanas
cuando era niña
es decir ayer
es decir hace siglos.
Señor
La jaula se ha vuelto pàjaro
y ha devorado mis esperanzas.
Señor
La jaula se ha vuelto pàjaro.
Que harè con el miedo.


(De "Las aventuras perdidas" 1958 )

lunes, 18 de noviembre de 2013

PIZARNIK, Alejandra. CAMINOS DEL ESPEJO.





I

Y sobre todo mirar con inocencia. Como si no pasara nada, lo cual es cierto.

II
Pero a ti quiero mirarte hasta que tu rostro se aleje de mi miedo como un pájaro del borde 
filoso de la noche.

III
Como una niña de tiza rosada en un muro muy viejo súbitamente borrada por la lluvia.

IV
Como cuando se abre una flor y revela el corazón que no tiene.

V
Todos los gestos de mi cuerpo y de mi voz para hacer de mí la ofrenda, el ramo que abandona 
el viento en el umbral.

VI
Cubre la memoria de tu cara con la máscara de la que serás y asusta a la niña que fuiste.

VII
La noche de los dos se dispersó con la niebla. Es la estación de los alimentos fríos.

VIII
Y la sed, mi memoria es de la sed, yo abajo, en el fondo, en el pozo, yo bebía, recuerdo.

IX
Caer como un animal herido en el lugar que iba a ser de revelaciones.

X
Como quien no quiere la cosa. Ninguna cosa. Boca cosida. Párpados cosidos. Me olvidé. 
Adentro el viento. Todo cerrado y el viento adentro.

XI
Al negro sol del silencio las palabras se doraban.

XII
Pero el silencio es cierto. Por eso escribo. Estoy sola y escribo. No, no estoy sola. 
Hay alguien aquí que tiembla.

XIII
Aun si digo sol y luna y estrella me refiero a cosas que me suceden. ¿Y qué deseaba yo?
Deseaba un silencio perfecto.
Por eso hablo.

XIV
La noche tiene la forma de un grito de lobo.

XV
Delicia de perderse en la imagen presentida. Yo me levanté de mi cadáver, yo fui en busca de quien soy. 
Peregrina de mí, he ido hacia la que duerme en un país al viento.

XVI
Mi caída sin fin a mi caída sin fin en donde nadie me aguardó pues al mirar quién me aguardaba 
no vi otra cosa que a mí misma.

XVII
Algo caía en el silencio. Mi última palabra fue yo pero me refería al alba luminosa.

XVIII
Flores amarillas constelan un círculo de tierra azul. El agua tiembla llena de viento.

XIX
Deslumbramiento del día, pájaros amarillos en la mañana. Una mano desata tinieblas, una mano arrastra 
la cabellera de una ahogada que no cesa de pasar por el espejo. Volver a la memoria del cuerpo, 
he de volver a mis huesos en duelo, he de comprender lo que dice mi voz.



sábado, 2 de noviembre de 2013

RODRIGUEZ, Silvio. CRÉEME






Créeme,
cuando te diga que el amor me espanta, 
que me derrumbo ante un "te quiero" dulce, 
que soy feliz abriendo una trinchera. 

Créeme, 
cuando me vaya y te nombre en la tarde 
viajando en una nube de tus horas, 
cuando te incluya entre mis monumentos 

Créeme, 
cuando te diga que me voy al viento 
de una razón que no permite espera, 
cuando te diga: no soy primavera, 
si no una tabla sobre un mar violento. 

Créeme, 
si no me ves y no te digo nada, 
si un día me pierdo y no regreso nunca. 

Créeme, 
que quiero ser machete en plena zafra,

bala feroz al centro del combate.

Créeme,

que mis palomas tienen de arco iris,
lo que mis manos de canción y espinas.

Créeme, créeme,

porque así soy,
y así no soy de nadie.

miércoles, 2 de octubre de 2013

BORGES, Jorge Luis. ALGUIEN





Un hombre trabajado por el tiempo, 

un hombre que ni siquiera espera la muerte 


(las pruebas de la muerte son estadísticas 


y nadie hay que no corra el albur 


de ser el primer inmortal), 


un hombre que ha aprendido a agradecer 


las modestas limosnas de los días: 


el sueño, la rutina, el sabor del agua, 


una no sospechada etimología, 


un verso latino o sajón, 


la memoria de una mujer que lo ha abandonado 


hace ya tantos años 


que hoy puede recordarla sin amargura, 


un hombre que no ignora que el presente 


ya es el porvenir y el olvido, 


un hombre que ha sido desleal 


y con el que fueron desleales, 


puede sentir de pronto, al cruzar la calle, 


una misteriosa felicidad 


que no viene del lado de la esperanza 


sino de una antigua inocencia, 


de su propia raíz o de un dios disperso. . 


Sabe que no debe mirarla de cerca, 


porque hay razones más terribles que tigres 


que le demostrarán su obligación 


d
Quizá en la muerte


 para siempre seremos, 


cuando el polvo sea polvo, 


esa indescifrable raíz, 


de la cual para siempre crecerá, 


ecuánime o atroz, 


nuestro solitario cielo o infierno. . .

en ser un desdichado, 

pero humildemente recibe 


esa felicidad, esa ráfaga. 


. 

jueves, 26 de septiembre de 2013

VILARIÑO, IDEA. TARDE



Cuerpos tendidos, cuerpos
infinitos, concretos, olvidados del frío
que los irá inundando, colmando poco a poco.

Cuerpos dorados, brazos, anudada tibieza
olvidando la sombra ahora estremecida,
detenida, expectante, pronta para emerger
que escuda la piel ciega.

Olvidados también los huesos blancos
que afirman que no es un sueño cada vida,
más fieles a la forma que la piel,
que la sangre, volubles, momentáneas.

Cuerpos tendidos, cuerpos
sometidos, felices, concretos,
infinitos...

Surgen niños alegres, húmedos y olorosos,
jóvenes victoriosos, de pie, como su instinto,
mujeres en el punto más alto de dulzura,
se tienden, se alzan, hablan,
habla su boca, esa un día disgregada,
se incorporan, se miran, con miradas de eternos.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

CARLOS DRUMMOND DE ANDRADE




No hay tiempo consumido
ni tiempo a economizar.
El tiempo es todo vestido,
de amor y tiempo de amar.
Y mi tiempo es tu tiempo amada.
trasciende en cualquier medida.
Despues del amor no hay nada.
Amar es el sumun de la vida.

martes, 24 de septiembre de 2013

P'IZARNIK, Alejandra. L' OBSCURITÉ DES EAUX.


Escucho resonar el agua que cae en mi sueño.
Las palabras caen como el agua yo caigo. Dibujo
en mis ojos la forma de mis ojos, nado en mis
aguas, me digo mis silencios. Toda la noche
espero que mi lenguaje logre configurarme. Y
pienso en el viento que viene a mí, permanece
en mí. Toda la noche he caminado bajo la lluvia
desconocida. A mí me han dado un silencio
pleno de formas y visiones (dices). Y corres desolada
como el único pájaro en el viento.