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jueves, 16 de diciembre de 2010

RIBEIRO, Darcy. La cuestión de la Identidad de América Latina

 Homenaje al Profesor Darcy Ribeiro.
(enero de 1966. Universidad de la República,
Uruguay)

Conclusiones de un extenso trabajo muy  posteririor



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La cuestión de la Identidad ocupa en la actualidad a no pocos autores. Nosotros quisimos por un afán de recorte espacial circunscribirnos a América Latina y centrarnos en la producción discursiva de Darcy Ribeiro.
 En ella, desde hace décadas, la Identidad se construye de maneras múltiples. Podemos afirmar que no hay una identidad sino identidades, tantas como puedan construirse colectiva o individualmente.
 Nelly Arenas propone la Identidad de la Inmediatez que supone pensar en la fugacidad de dicha construcción y la posible urgencia por deconstruirla para construir una nueva.
 Tal vez de lo que se trata es que la Identidad o Identidades revisten un carácter histórico que se ajusta a los tiempos y a sus exigencias y que va retomando viejas batallas para refundarlas según nuevas necesidades. Esto nos permite aunar los tópicos establecido por Larraín para al década de los ’70, es decir pensar en ala posibilidad de que al cuestión de la identidad incluye y exige de una identidad en tanto construcción y en tanto esencia.

Finalmente creemos poder afirmar que la construcción y reconstrucción identitaria se afirma en lo real, en la vida cotidiana sin embargo, transciende las esferas de la identificación lingüística, de nacionalidad, de usos y costumbres para ubicarse en una dialéctica más amplia que supone reconocerse en universos culturales que trascienden fronteras regionales y continentales. Esto no sugiere no pocos interrogantes:
¿Es esta una identidad transnacional?;
 ¿Qué tan responsable resulta la globalización en este intento?;
 ¿Cómo pensar una identidad que lucha por las diferencias culturales, étnicas, de género pero que necesita romper lindes geográficos para derribar con más fuerza barreras culturales?;
 ¿Hay necesidad de construir - como propusieron en las primeras décadas del siglo XX los antillanos-  una identidad como latinoamericanos?;
¿Para qué el empeño en la latinoamericanizarnos, si hoy parece ser más importante luchar por el ser mujer, hombre, niño, gay, negro más allá de la nacionalidad o continentalidad?


Sin ánimo de dar una respuesta definitiva a estos interrogantes, consideramos que hay efectivamente una identidad globalizada.
 Esto indica que el proceso de globalización también  globalizó los problemas de las minorías y su reconocimiento, contribuyendo así a actualizar el viejo mecanismo de la concientización. Por ejemplo, hoy la lucha que encabezan las mujeres por sus derechos no es patrimonio de ninguna nación y resulta un espacio simbólico de construcción identitaria.
 Pero esta identidad globalizada, que se manifiesta en la esfera jurídica – entre otras tantas- a través de la lucha por los derechos humanos, actualiza y refunda las categorías, que hace más de tres décadas Darcy Ribeiro estableció para entender la conformación cultural y en consecuencia la identidad construida por los pueblos latinoamericanos
. La desintegración étnica ha guiado los destinos de nuestros pueblos creando distintas configuraciones histórico- cultural. 
 Ribeiro plantea la necesidad de la integración étnica. La urgencia y a su vez la misión de nuestras naciones es pasar de pueblos testimonios a pueblos emergentes donde la resistencia y las rebeliones étnicas, como espacio de construcción de identidades, adquieren importancia y valoración histórica.


El planteo de Darcy supone pensar para América Latina la lucha por la utopía revolucionaria y ve en los jóvenes iracundos - para la década de los 70-  y a indígenas y campesinos - para los 80- sujetos portadores de dicho proyecto.
La propuesta gira en torno a la reivindicación de la identidad propia latinoamericana que se reconozca en el pasado pero una vez reconocido intente zafarse de la inevitabilidad de un destino de opresión cultural, económica, política, etc.
 Para nosotros,  uno de los desafíos para la actualidad es repensar la posibilidad de la utopía resemantizando la cuestión de la revolución para América Latina. Ya no parece haber espacio para el logro de una identidad, en todo caso lo que hay es una lucha continua por la  búsqueda de una identidad o identidades que sea tan propia y auténtica como que abra el debate sobre qué es lo propio, lo ajeno, lo espurio.
 Y por otro lado, hoy parece no haber posibilidad de que el cambio sea misión de un solo sector de la sociedad, hay sí una exigencia por reconocer múltiples actores que luchan por reivindicar derechos particulares y universales.


Por  el lado del sujeto y la resistencia, podemos concluir que se opera, en Ribeiro, un cambio importante en la concepción del sujeto como protagonista de la historia que va de la década de 1970 a 1980 seguramente influenciado por el acontecer político brasileño.
 Ciertamente el autor otorga en el Dilema de América Latina un lugar de privilegio a la nueva Izquierda como sujeto de cambio, sin embargo ya en los ‘80 la cuestión de la etnicidad comienza a tener en el análisis del autor un peso fundamental.
 El autor a través de su propuesta intenta desde una perspectiva práctica proponer esa traslación que establece Gustavo Gutierrez que va de actores a sujetos de la Historia. De esta manera el autor recupera la resistencia étnica haciendo pie en la dimensión de la vida cotidiana de las comunidades indígenas y campesinas para ver en  estas el surgimiento de una moral emergente.

Esto resulta de vital importancia si pensamos que la década de los noventa no solo representa el avance el globalización y la instalación de su par  neoliberal, sino también un tiempo  de  lucha por los pluralismo y el respeto a sus discursos, donde la cuestión de la etnicidad como espacio de construcción y reconstrucción de la identidad proyecta un lugar de privilegio a lo que Darcy Ribeiro vaticina como minorías étnicas.


          Podemos afirmar que el espacio que muchos autores quitaron al sujeto y que otros tantos empeñados en reencontrarlo otorgaron, en la actualidad esta lleno por los movimientos populares que se hacen oír a lo largo del continente.
 Y que resultan, lo que Darcy pronosticó:
'' minorías étnicas capaces desde la resistencia de crear un proyecto humano alternativo. El Movimiento de trabajadores rurales sin tierra de Brasil, el levantamiento indígena- militar de enero del 2000 en Ecuador, las Madres y abuelas de Plaza de Mayo, h.i.j.o.s de Argentina, el EZLN en Chiapas resultan indicadores de intentos de transformación social pero fundamentalmente son signos de que se está construyendo en América Latina una nueva racionalidad que hace pie en cuestiones tales como la igualdad, la dignidad y el respeto y encuentra su justificación en pensadores de la talla de José Martí, Eugenio María de Hostos, Leopoldo Zea, Darcy Ribeiro, Arturo Roig, entre otros, que contribuyeron y contribuyen a hacer posible ese paso necesario, propuesto por Ribeiro,  que nos lleva de una conciencia ingenua a una conciencia crítica.
 Ante el avance del discurso homogeneizador de la globalización, resulta cada vez más urgente revalorizar y poner en práctica las ideas propuestas por los pensadores latinoamericanos de ayer y de hoy. Que son sin más constructores de conciencia crítica.


La racionalidad de hoy, o mejor las racionalidades, nos dan las pistas para  pensar ya no en un sujeto revolucionario representado solo por indígenas o jóvenes iracundos, de lo que es trata es de pensar que el cambio se construye y reconstruye desde todos los frentes. Al igual que se nos exige ampliar la categoría de exclusión, de identidad es menester ampliar la categoría de sujeto como la de resistencia. Hoy la globalización entre sus múltiples efectos esta planteando no sólo la mundialización de la economía, la cultura y la política sino también ha mundializado la exclusión, la opresión, la marginalidad pero fundamentalmente esta planteando, aunque no quiera, que existe un derecho mundial a resistir.
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miércoles, 15 de diciembre de 2010

FIGARI, PEDRO

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Si nada es seguro
en este mundo
tan precario,
no habría que cultivar
ni anhelos hondos,
 ni tampoco afectos
pero.......
que valor tiene la vida
sin anhelos hondos
ni afectos?

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lunes, 13 de diciembre de 2010

LAS SIMPLES COSAS

PORTINARI, Cándido. Homenaje







Cândido Portinari
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(Brodosqui, 1903 - Río de Janeiro, 1962) Pintor brasileño.

 Procedente de una familia humilde de inmigrantes italianos, desde muy pequeño manifestó sus condiciones artísticas.
 A los 15 años, para mejorar su formación, se trasladó a Río de Janeiro, donde viviría el resto de su vida.
 No aprobó el examen de acceso en la Escuela Nacional de Bellas Artes y decidió matricularse en el Liceo de Artes y Oficios.
 Finalmente, pasó a Bellas Artes, donde completó sus estudios. Fue alumno de Joao Bautista da Costa, Lucilio Albuquerque y Rodolfo Chambeland, que siguió con interés los retratos del artista.
En los comienzos de su carrera recibió una fuerte influencia del pintor, escultor y grabador sueco Anders Zorn y del pintor español Ignacio Zuloaga. Dejó patente la influencia de éste último en su retrato del poeta Olegario Mariano, con el que ganó el viaje al extranjero en el Salón Nacional de Bellas Artes en 1928.

 En algunos de sus retratos manifestó la influencia de Modigliani.
 Conoció muy bien la obra de Pablo Picasso; el Guernica fue la obra que más le marcó. Coincidió con él al hacer una pintura de grandes dimensiones, con una tendencia expresionista, así como por la fuerza dramática de sus murales y la importancia del hombre en toda su obra.
 Aunque fue un pintor muy colorista, alternó los colores fríos y monocromos.
Con el premio ganado en 1928, Portinari viajó a Europa, fijó su residencia en París y visitó varias ciudades europeas.

 Fue una época de poca producción pero de mucha observación en museos y galerías, donde pudo estudiar a los grandes pintores, conocer las nuevas corrientes pictóricas y, sobre todo, descubrir la pintura al fresco.
Regresó a Brasil en 1930 con un fuerte deseo de pintar la realidad de su pueblo con un nuevo lenguaje pictórico.

 Muchos de los encargos de murales que realizó en esta etapa fueron hechos con el dictador Getulio Vargas, lo que no le impidió retratar de manera dramática la realidad social y humana del país.
 Portinari mostró siempre en su pintura la tragedia de los pueblos y las gentes menos favorecidas; es constante la presencia del obrero, del campesino, del niño, de la mujer.
Trabajó la corriente abstracta solo como experiencia de estudio y, aunque recibió influencia de ella, la figuración fue siempre más fuerte...

domingo, 12 de diciembre de 2010

HAIKUS... ''EN LO SOLO''



Caen pinguinos!!
Juan Andrés ''en lo solo''
que podrá hacer?


Sirve Córdoba
estando ''en lo solo''
sin celulares?


Tres celulares,
pensando ''en lo solo''
te dan ayuda?


Comí con Andrés,
chivitos... ''en lo solo''
sin importarnos...


Bruta tormenta!!
''en lo solo'' con haikus
nos defendemos...

sábado, 11 de diciembre de 2010

CASTELLANOS, Rosario. Parábola de la Inconstante



Antes cuando me hablaba de mí misma, decía:
Si yo soy lo que soy
Y dejo que en mi cuerpo, que en mis años
Suceda ese proceso
Que la semilla le permite al árbol
Y la piedra a la estatua, seré la plenitud.

Y acaso era verdad. Una verdad.

Pero, ay, amanecía dócil como la hiedra
A asirme a una pared como el enamorado
Se ase del otro con sus juramentos.

Y luego yo esparcía a mi alrededor, erguida
En solidez de roble,
La rumorosa soledad, la sombra
Hospitalaria y daba al caminante
- a su cuchillo agudo de memoria -
el testimonio fiel de mi corteza.

Mi actitud era a veces el reposo
Y otras el arrebato,
La gracia o el furor, siempre los dos contrarios
Prontos a aniquilarse
Y a emerger de las ruinas del vencido.

Cada hora suplantaba a alguno; cada hora
Me iba de algún mesón desmantelado
En el que no encontré ni una mala bujía
Y en el que no me fue posible dejar nada.

Usurpaba los nombres, me coronaba de ellos
Para arrojar después, lejos de mi, el despojo.

Heme aquí, ya al final, y todavía
No sé qué cara le daré a la muerte.

VIERA PETRONA. PLANISMO EN LA PINTURA