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lunes, 26 de septiembre de 2011

BELLI, Gioconda. COMO TINAJA



En los días buenos,
de lluvia,
los días en que nos quisimos
totalmente,
en que nos fuimos abriendo
el uno al otro
como cuevas secretas;
en esos días, amor
mi cuerpo como tinaja
recogió toda el agua tierna
que derramaste sobre mí
y ahora,
en estos días secos
en que tu ausencia duele
y agrieta la piel,
el agua sale de mis ojos
llena de tu recuerdo
a refrescar la aridez de mi cuerpo
tan vacío y tan lleno de vos.

martes, 13 de septiembre de 2011

VARELA, BLANCA. ASI DEBE SER





Así debe ser el rostro de dios
el cielo rabiosamente cruzado
por nubes grises, violetas
y naranjas
y su voz
el mar de abajo
diciendo siempre lo mismo
tan monótono
tan monótono
como el primer
y el último día 

lunes, 5 de septiembre de 2011

PARRA, Nicanor. Cartas a una desconocida


Cuando pasen los años, cuando pasen
los años y el aire haya cavado un foso
entre tu alma y la mía; cuando pasen los años
y yo sólo sea un hombre que amó,
un ser que se detuvo un instante frente a tus labios,
un pobre hombre cansado de andar por los jardines,
¿dónde estarás tú?

 ¡Dónde
estarás, oh hija de mis besos!

viernes, 2 de septiembre de 2011

DE IBARBOUROU. Juana .LUNA FINA







¡Ay luna nueva, fresquita
Como una hilacha del día,
Que en el cielo azul y claro
La tarde dejó perdida!


¡Ay luna recién llegada,
Que en el fondo del aljibe
Pareces una pestaña
Caída en el agua triste!


Voy a pedirte una gracia...
(Dicen que es bueno pedirla
Cuando la luna es así,
Delgada y recién nacida.)


Ampárame con tu embrujo
Esta pálida sonrisa
Que después de tanto tiempo
Vuelve a prestarme la dicha.


Haz que ella crezca contigo
Y que me alumbre la cara,
Como tú, cuando semejas
Una medalla dorada.


Luna fina de Setiembre,
Sobre el mar y sobre el campo;
Sé cordial a mi dulzura
Como lo fuiste a mi llanto.

jueves, 1 de septiembre de 2011

RODRIGUEZ GALVAN, Ignacio. LA GOTA DE HIEL





¡Jehovah! ¡Jehovah, tu cólera me agobia!
Cansado está mi corazón de penas.
¿Por qué la copa del martirio llenas?
Basta, basta, Señor.
Hierve incendiada por el sol de Cuba 
mi sangre toda y de cansancio expiro,
busco la noche, 
y en el lecho aspiro fuego devorador.

¡Ay, la fatiga me adormece en vano!
¡y siéntanse a mi pobre cabecera
Hondo sopor de mi alma se apodera
 la miseria, el dolor!
Roncos gemidos que mi pecho lanza
tristes heraldos son de mis pesares,
y a mi mente descienden a millares
fantasmas de terror.

¡Es terrible tu cólera, terrible!
o dame fuerzas, oh Señor,
Jehovah, suspende tu venganza fiera
 siquiera para tanto sufrir.
Incierta vaga mi extraviada mente,
busco y no encuentro la perdida ruta,
sólo descubro tenebrosa gruta
donde acaba el vivir.

Yo sé, Señor, que existes, que eres justo,
y que vigilas el triunfal camino del hombre pecador.
que está a tu vista el libro del destino,
Era tu voz la que en el mar tronaba 
al ocultarse el sol en occidente,
cuando una ola rodaba tristemente con extraño fragor.

Era tu voz y la escuché temblando.
y adoré tu divina omnipotencia como cristiano fiel.
Calmóse un tanto mi tenaz dolencia
¡Ay, tú me ves, Señor!
 Mi triste pecho
cual moribunda lámpara vacila,
y en él la suerte sin cesar destila
una gota de hiel.




miércoles, 31 de agosto de 2011

NANDINO, Elìas. AVENTURA





No sé cómo viniste hasta mis manos
a llenar las tinieblas de mi lecho,
y a juntar tus encantos con mi pecho
realizando las horas que gozamos.

Aventura perfecta que libamos
en un secreto, bajo el mismo lecho,
hasta llegar al goce satisfecho
y sin saber por qué nos encontramos.

Vibración de contacto sin historia;
un recuenrdo grabado en la memoria
ignorando con quién fue compartido;

porque llegaste al beso de la noche
calmaste mi pasión con tu derroche
y te fuiste dejándome dormido.

martes, 30 de agosto de 2011

GABRIELA MISTRAL. LOS BESOS



Hay besos que pronuncian por sí solos
la sentencia de amor condenatoria,
hay besos que se dan con la mirada
hay besos que se dan con la memoria.

Hay besos silenciosos, besos nobles
hay besos enigmáticos, sinceros
hay besos que se dan sólo las almas
hay besos por prohibidos, verdaderos.

Hay besos que calcinan y que hieren,
hay besos que arrebatan los sentidos,
hay besos misteriosos que han dejado
mil sueños errantes y perdidos.

Hay besos problemáticos que encierran
una clave que nadie ha descifrado,
hay besos que engendran la tragedia
cuantas rosas en broche han deshojado.

Hay besos perfumados, besos tibios
que palpitan en íntimos anhelos,
hay besos que en los labios dejan huellas
como un campo de sol entre dos hielos.

Hay besos que parecen azucenas
por sublimes, ingenuos y por puros,
hay besos traicioneros y cobardes,
hay besos maldecidos y perjuros.

Judas besa a Jesús y deja impresa
en su rostro de Dios, la felonía,
mientras la Magdalena con sus besos
fortifica piadosa su agonía.

Desde entonces en los besos palpita
el amor, la traición y los dolores,
en las bodas humanas se parecen
a la brisa que juega con las flores.

Hay besos que producen desvaríos
de amorosa pasión ardiente y loca,
tú los conoces bien son besos míos
inventados por mí, para tu boca.

Besos de llama que en rastro impreso
llevan los surcos de un amor vedado,
besos de tempestad, salvajes besos
que solo nuestros labios han probado.

¿Te acuerdas del primero...? Indefinible;
cubrió tu faz de cárdenos sonrojos
y en los espasmos de emoción terrible,
llenaron sé de lágrimas tus ojos.

¿Te acuerdas que una tarde en loco exceso
te vi celoso imaginando agravios,
te suspendí en mis brazos... vibró un beso,
y qué viste después...? Sangre en mis labios.

Yo te enseñe a besar: los besos fríos
son de impasible corazón de roca,
yo te enseñé a besar con besos míos
inventados por mí, para tu boca.