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viernes, 14 de septiembre de 2007

SANTOS CHOCANO, José


El varón fuerte recoge el fruto con sus propias manos,
o lo arranca del àrbol de la suerte.

Selva Vírgen. Oda olímpica.

lunes, 10 de septiembre de 2007

DE TEJEDA, Luis. SANTA ROSA DE LIMA





























Nace en provincia verde y espinosa
tierno cogollo, apenas engendrado
entre las rosas, sol es ya del prado,
repúsculo de olor, mayo de rosa.
De los llantos del alba apenas goza,
cuando es del dueño singular cuidado,
temiendo, o se lo tronche rudo arado,
o se lo aje mano artificiosa.
Mas ya que del cairel desaprisiona
la virgen hoja, previniendo engaños,
la corta, y pone en su guirnalda o zona:
así esta virgen tierna en verdes años
cortó su Autor y puso en su corona:
¡o bien anticipados desengaños!






sábado, 11 de agosto de 2007

FLETCHER, Juan J. Amistad.Cabeza de mujer y Maternidad






                                                                         
         
                                                              




viernes, 10 de agosto de 2007

SABINES, Jaime. VIEJA LA NOCHE...



Vieja la noche, vieja,
largo mi corazón antiguo.

¡Qué de brazos adentro
del pecho, fríos,
se mueven y me buscan,
viejo amor mío!

La noche, vieja, cae
como un lento martirio,
sombra y estrella, hueco
del pecho mío.

Y yo entretanto, ausente
de mi martirio,
entro en la noche, busco
su cuerpo frío.

No hay luna, locos,
desde hace siglos.

SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ.SONETO.





Detente, sombra de mi bien esquivo,
imagen del hechizo que mas quiero,
bella ilusión por quien alegre muero,
dulce ficción por quien penosa vivo.

Si al imán de tus gracias atrativo
sirve mi pecho de obediente acero,
para que me enamoras lisonjero
si has de burlarme luego fugitivo?

Mas blasonar no puedes satisfecho
de que triunfa de mi tu tiranía,
que aunque dejas burlado el lazo estrecho

que tu forma fantástica ceñía,
poco importa burlar lazos y pecho,
si te labra prisión mi fantasía.

lunes, 6 de agosto de 2007

CORTAZAR, Julio. ESTA TERNURA






Esta ternura y estas manos libres,
¿A quien darlas bajo el viento?
Tanto arroz para la zorra, y en medio
del llamado la ansiedad de esa
puerta abierta para nadie.
Hicimos pan tan blanco
para bocas ya muertas que aceptaban 
solamente una luna de colmillo, el té
frío de la vela al alba.
Tocamos instrumentos para la ciega cólera
de sombras y sombreros olvidados
Nos quedamos con los presentes ordenados
en una mesa inútil , y fue preciso
beber la sidra caliente 
en la verbeda de la medianoche.
Entonces ¿nadie quiero esto,
nadie?