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martes, 21 de enero de 2014

RODRIGUEZ, Silvio. BLANCO




Todas las noches se pinta de blanco 
Sale a la calle llena de colores 
Y a cada minuto recibe un brochazo en la piel 
Su espalda, sus manos, su rostro 
Van siendo invadidos por luces y sombras 
Se le van encendiendo de fiebre y de frío 
De forma que cuando regresa y se mira no está 
Mas vive bajo su avalancha 
Ahora está sin salir, casi nadie merece su amor 
Pero saldrá cuando vayas por él 
Ahora te espera en su tumba ambulante 
Llena de color 
Hasta que tú la deshagas de amor 
Ahora te espera de noche en su cuarto 
Hasta que quieras entrar y salvarlo 
De lo que nunca ha elegido 
Y arrastra con él 
Tú que de un beso lo configuraste 
Tú que le echaste más blanco y lloraste 
Eres la vieja navaja que espera su piel 
Quiere blasfemar contigo de Dios 
De los hombres y de él 
Quiere llegar más allá de la luz 
Quiere destruir las flores 
Con que se engañaron los dos 
Quiere arrancar de su tierra una cruz 
Quiere olvidar que ha crecido educado 
Quiere a tu hijo para empinarlo 
Como un papalote invencible 
Vencedor del miedo 
Quiere decirle a cada vecino 
Que salga de tus miserables paredes 
Que tome la vida de ustedes 
Que no haya escondrijos 
Y espera que vayas por él 
Y espera que vayas por él 
Él no te espera, mujer, a que vayas a hacer el amor 
Más bien la guerra es lo que quiere hacer 
Con veintipico de fechas respalda su sana elección 
Con veintipico de muertes su amor 

viernes, 17 de enero de 2014

BELLO, Franciso. CARMEN






Negra como la Sulamita
porque el sol la quemó,
como la reina de Saba
"que ante Salomón desnudó su muslo",
como la virgen negra de Notre Dame de Sous-Terre,
como la virgen negra de la catedral de Chartres,
como la de la Iglesia de Saint-Voirles
ante la cual se arrodilló San Bernardo,
o como la de Papá Montero,
con candombe y maracas;
¿Por qué regresas ahora atardecida,
venus calipigia, iluminada sombra?

domingo, 12 de enero de 2014

VÁSQUEZ. M, Gonzalo. ESTA NOCHE





Esta noche la tierra
tiene rumor de cuerpos en rescoldo,
y manos apretadas
buscando la raíz de su congoja...

La ceniza del aire
tiene olor de edificios ocultos,
de intimidad guardada
a través de los tiempos,
de bocas entregadas
a un duelo con las sombras.

Esta noche en las calles
va un gigante de miedo,
parece haber nacido
sin corazón...

Indescifrable el sueño de los hombres
que caminan sin verse,
lejos de la sencilla parábola
que amanece en los niños...

jueves, 9 de enero de 2014

CAMARLINGHI, José. ILLA TOCANTA



Pankataya lleva pesadamente

su siniestra carga
donde pondrá su huevo de astro.
Heladera viene en garganta
de cuerno
—de frío se partirán las piedras—
con alargadas orejas de caracolas
donde arremolinan quenas.
Pulmón de roca en los cóndores,
alas de nubes y tormenta,
polvillo de nieve que sopla.

Pedernal del silencio
y sólo los pájaros picotean el cielo
leke-leke... leke-leke...
Zaguán de monges petrificados,
hechizo de serpiente gris
por donde indios solitarios van
leke-leke... leke-leke...

Mekhala con roja túnica,
desgreñada cola de zorro
y múltiples bolsillos.
Mekhala está en la sementera
¡Sal romero agua bendita!
Mekhala está chupando
sangre de la guagua
¡Sal romero agua bendita!

lunes, 9 de diciembre de 2013

PIZARNIK, Alejandra. EL DESPERTAR




                                                      A León Ostrov
Señor
La jaula se ha vuelto pàjaro
y se ha volado 
y mi corazòn està loco
porque aùlla a la muerte
y sonrìe detràs del viento
a mis delirios.
Que harè con el miedo,
Que harè con el miedo.
Ya no baila la luz en mi sonrisa
ni las estaciones queman palomas en mis ideas
Mis manos se han desnudado
y se han ido donde la muerte
a enseñar a vivir a los muertos 
Señor
El aire me castiga el ser
Detràs del aire hay monstruos
que beben de mi sangre.
Es el desastre
Es la hora del vacìo no vacìo
Es el instante de poner cerrojos a los labios
oir a los condenados gritar
contemplar a cada uno de mis nombres
ahorcados en la nada.
Señor
Tengo veinte años
Tambièn mis ojos tienen veinte años 
y sin embargo no dicen nada.
Señor
He consumado mi vida en un instante
La ùltima inocencia estallò
y ahora es nunca o jamàs
o simplemente fue.
Como no me suicido frente a un espejo
y desaparezco para reaparecer en el mar
donde un barco me esperarìa 
con las luces encendidas?
Como no me extraigo las venas
y hago con ellas una escala 
para huir de la noche?
El principio ha dado a luz el final
Todo continuarà igual,
Las sonrisas gastadas
El interès interesado
Las preguntas de piedra en piedra
Las gesticulaciones que remedan amor
Todo continuarà igual
Pero mis brazos insisten en abrazar al mundo
porque aun no les enseñaron
que ya es demasiado tarde.
Señor
Arroja los fèretros de mi sangre
Recuerdo mi niñez
Cuando yo era una anciana
Las flores morìan en mis manos
porque la danza salvaje de la legrìa
les destruìa el corazòn.
Recuerdo las negras mañanas
cuando era niña
es decir ayer
es decir hace siglos.
Señor
La jaula se ha vuelto pàjaro
y ha devorado mis esperanzas.
Señor
La jaula se ha vuelto pàjaro.
Que harè con el miedo.


(De "Las aventuras perdidas" 1958 )

lunes, 18 de noviembre de 2013

PIZARNIK, Alejandra. CAMINOS DEL ESPEJO.





I

Y sobre todo mirar con inocencia. Como si no pasara nada, lo cual es cierto.

II
Pero a ti quiero mirarte hasta que tu rostro se aleje de mi miedo como un pájaro del borde 
filoso de la noche.

III
Como una niña de tiza rosada en un muro muy viejo súbitamente borrada por la lluvia.

IV
Como cuando se abre una flor y revela el corazón que no tiene.

V
Todos los gestos de mi cuerpo y de mi voz para hacer de mí la ofrenda, el ramo que abandona 
el viento en el umbral.

VI
Cubre la memoria de tu cara con la máscara de la que serás y asusta a la niña que fuiste.

VII
La noche de los dos se dispersó con la niebla. Es la estación de los alimentos fríos.

VIII
Y la sed, mi memoria es de la sed, yo abajo, en el fondo, en el pozo, yo bebía, recuerdo.

IX
Caer como un animal herido en el lugar que iba a ser de revelaciones.

X
Como quien no quiere la cosa. Ninguna cosa. Boca cosida. Párpados cosidos. Me olvidé. 
Adentro el viento. Todo cerrado y el viento adentro.

XI
Al negro sol del silencio las palabras se doraban.

XII
Pero el silencio es cierto. Por eso escribo. Estoy sola y escribo. No, no estoy sola. 
Hay alguien aquí que tiembla.

XIII
Aun si digo sol y luna y estrella me refiero a cosas que me suceden. ¿Y qué deseaba yo?
Deseaba un silencio perfecto.
Por eso hablo.

XIV
La noche tiene la forma de un grito de lobo.

XV
Delicia de perderse en la imagen presentida. Yo me levanté de mi cadáver, yo fui en busca de quien soy. 
Peregrina de mí, he ido hacia la que duerme en un país al viento.

XVI
Mi caída sin fin a mi caída sin fin en donde nadie me aguardó pues al mirar quién me aguardaba 
no vi otra cosa que a mí misma.

XVII
Algo caía en el silencio. Mi última palabra fue yo pero me refería al alba luminosa.

XVIII
Flores amarillas constelan un círculo de tierra azul. El agua tiembla llena de viento.

XIX
Deslumbramiento del día, pájaros amarillos en la mañana. Una mano desata tinieblas, una mano arrastra 
la cabellera de una ahogada que no cesa de pasar por el espejo. Volver a la memoria del cuerpo, 
he de volver a mis huesos en duelo, he de comprender lo que dice mi voz.



sábado, 2 de noviembre de 2013

RODRIGUEZ, Silvio. CRÉEME






Créeme,
cuando te diga que el amor me espanta, 
que me derrumbo ante un "te quiero" dulce, 
que soy feliz abriendo una trinchera. 

Créeme, 
cuando me vaya y te nombre en la tarde 
viajando en una nube de tus horas, 
cuando te incluya entre mis monumentos 

Créeme, 
cuando te diga que me voy al viento 
de una razón que no permite espera, 
cuando te diga: no soy primavera, 
si no una tabla sobre un mar violento. 

Créeme, 
si no me ves y no te digo nada, 
si un día me pierdo y no regreso nunca. 

Créeme, 
que quiero ser machete en plena zafra,

bala feroz al centro del combate.

Créeme,

que mis palomas tienen de arco iris,
lo que mis manos de canción y espinas.

Créeme, créeme,

porque así soy,
y así no soy de nadie.