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lunes, 15 de septiembre de 2014

PIZARNIK. Alejandra. AMANTES



una flor, no lejos de la noche
mi cuerpo mudo
se abre a la delicada
urgencia del rocìo

( "Los trabajos y las noches.'' 1965)

martes, 2 de septiembre de 2014

VITALE, IDA. DE UN FULGOR A OTRO



Quizás no se deba ir más lejos.
Aventurarse quizás apenas sea
desventurarse más,
alejarse un atroz infinito
del sueño al que accedemos
para irisar la vida,
como el juego de luces que encendía,
en la infancia,
el prisma de cristal,
el lago de tristeza, ciertas islas.
Sí, entre biseles citados los colores,
un fulgor anidaba sobre otro
-seda y deslumbramiento
el margen del espejo-
y aquello también era un espectro,
sabido, exacto. Centelleos ajenos
en un mundo apagado.
Como un canto sin un cuerpo visible,
un reflejo del sol creaba
una cascada un río una floresta
entre paredes áridas.
Sí, no vayamos más lejos,
quedemos junto al pájaro humilde
que tiene nido entre la buganvilia
y de cerca vigila.
Más allá sé que empieza lo sórdido,
la codicia, el estrago.


De "Nuevas arenas II" 2002

VITALE, IDA. ACLIMATACIÓN.1984




Primero te retraes,

                                      te agostas,
pierdes alma en lo seco,
en lo que no comprendes,
intentas llegar al agua de la vida,
alumbrar una membrana mínima,
una hoja pequeña.
                                       No soñar flores.
El aire te sofoca.
                                    Sientes la arena
reinar en la mañana,
morir lo verde,
subir árido oro.
Pero aun sin ella saberlo,
desde algún borde,
una voz compadece, te moja,
breve, dichosamente
breve


















PIZARNIK, Alejandra. . A ESTER SINGER.






a Ester Singer

Vida, mi vida, déjate caer, déjate doler, mi vida, déjate enlazar de fuego, 
de silencio ingenuo, de piedras verdes en la casa de la noche, 
déjate caer y doler, mi vida.


37
más allá de cualquier zona prohibida
hay un espejo para nuestra triste transparencia


38
Este canto arrepentido, vigía detrás de mis poemas'
este canto me desmiente, me amordaza.


jueves, 7 de agosto de 2014

PIZARNIK, Alejandra. EXILIO



                                                    A Raúl Gustavo Aguirre

Esta manía de saberme ángel,
sin edad,
sin muerte en qué vivirme,
sin piedad por mi nombre
ni por mis huesos que lloran vagando.

¿Y quién no tiene un amor?
¿Y quién no goza entre amapolas?
¿Y quién no posee un fuego, una muerte,
un miedo, algo horrible,
aunque fuere con plumas,
aunque fuere con sonrisas?

Siniestro delirio amar a una sombra.
La sombra no muere.
Y mi amor
sólo abraza a lo que fluye
como lava del infierno:
una logia callada,
fantasmas en dulce erección,
sacerdotes de espuma,
y sobre todo ángeles,
ángeles bellos como cuchillos
que se elevan en la noche
y devastan la esperanza.


viernes, 18 de julio de 2014

PIZARNIK, Alejandra. PEREGRINAJE.



                                         A Elizabeth Azcona Cranwell

Llamé, llamé como la náufraga dichosa
a las olas verdugas
que conocen el verdadero nombre
de la muerte.


He llamado al viento,
le confié mi deseo de ser.

Pero un pájaro muerto
vuela hacia la desesperanza
en medio de la música
cuando brujas y flores
cortan la mano de la bruma.
Un pájaro muerto llamado azul.

No es la soledad con alas,
es el silencio de la prisionera,
es la mudez de pájaros y viento,
es el mundo enojado con mi risa
o los guardianes del infierno
rompiendo mis cartas.

He llamado, he llamado.
He llamado hacia nunca.

lunes, 14 de julio de 2014