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martes, 28 de abril de 2009

DOBLES, Fabián. REGRESO A LA ESPERANZA.




PERDÒNAME esperanza,
Perdona mis ausencias de ti.
Yo no las quiero.
Olvida mis jardines solitarios,
donde crecen las rojas flores de mi silencio.
Perdona la quitud en que, sumiéndome,
te aparto de mis ojos.

Ahora regreso a ti y a tu olivar sombroso.
Ahora vuelvo a tu cauce
y a tu claro alfabeto de canciones.
Ahora regreso a mí, conmigo rescatado,
a la bahía de miel e higos donde solías
conversar de palomas mensajeras
y floridos pañuelos agitados al viento.

Aquí estoy esperándote, esperanza.
Recuerdo que venías cuando eras
tú una mozuela vieja y yo, tan solo,
un torpe catador del vino de los días,
un viajero que aun no había puesto
su pie en el amplio estribo de la angustia.

Ahora, que bautizado por el fiero rocío
y herido por el dulce sabor
de todo lo que tu querías enseñarme,
he aprendido mi nombre en la infinita multitud,
perdona mis olvidos, esperanza,
y ven a reencontrarme.