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jueves, 15 de marzo de 2007

ISELLA RUSSELL, Dora. SOLEDAD.


Para Pedro Leandro Ipuche.



Yo, la antigua guerrera, al mar arrojo
lanza y escudo, y tan desamparada
reconstruyo mi cielo y mi morada,
aquél sin dicha y ésta sin cerrojo.

¿Donde quedó mi soledad al rojo,
mi agresiva sonrisa apasionada,
y la palabra que no dijo nada,
y el orgullo tremendo del despojo?

... Ya ni la prisa ni la desventura;
ya ni el amor ni el odio ni la suerte
ni el obstinado afán de la aventura

ni el gozo triste o el quebranto fuerte:
ésta de ahora tiene la estatura
que cada día le enseñó la muerte.