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lunes, 19 de octubre de 2009

VALLEJO, César. Y DE LA TRISTEZA DE DIOS....























'' Siento a Dios que camina
tan en mi, con la tarde y con el mar.
Con el nos vamos juntos. Anochece.
Con el anochecemos, Orfandad.....

Pero yo siento a Dios. Y hasta parece
que el me dicta no se que buen color.
Como un hospitalario es bueno y triste;
mustia un dulce desdén de enamorado:
Debe dolerle mucho el corazón.

Oh! Dios mío recién a ti me llego,
hoy que amo tanto en esta tarde; hoy
que en la falsa balanza de unos senos,
mido y lloro una frágil Creación.

Y tu, cual llorarás...; tú, enamorado
y de tanto enorme seno girador...
Yo te consagro Dios, porque amas tanto;
porque jamás sonríes; porque siempre
debe dolerte mucho el corazón.