Buscar este blog

sábado, 20 de junio de 2009

SABINES, Jaime. A CADA UNO



¿Tiene uno, como la naturaleza, sus estaciones, sus ciclos de vida?
En el curso de quince o veinte días pasa una primavera
y un verano en el fondo del alma,
y luego viene un día violento en que nos quedamos
sin hojas, y fríos, e inmóviles.


Alma mía, cosechadora de lo que siembro con el sudor de mi frente,
con el frío sudor de mi frente,
¿puedes decirme a qué horas nos encontramos,
en qué sitio desierto vamos a vernos?


El diablo no hace caso de mis citas,
y Dios es sordo desde hace tiempo:
ven tú alma mía, testigo mío, dame todo
lo que no tienes en tus manos, lo que no te pertenece,
tu sonrisa, tus lágrimas.
¿Qué voy a hacer con ello? Nada.
Quisiera echarte gasolina encima y prenderte fuego, alma mía.
Para recuperarme.