Aduno el sol el sol de Grecia con el
brumar norteño
y complico mi lógica de ácrata anacoreta
con un gesto jocundo, plácido, asaz risueño...
Voy exórbite; fumo mis pipas, "soy poeta...".
Detesto los afanes de la existencia inquieta,
y, fácilmente, vivo sin arrugar el ceño,
pues sé que la delicia de todo, está, completa,
en besar unos labios perfumados de esnsueño...
Ambulo por las cosas de modo indiferente,
diciendo versos díscolos, ingenuos o sarcásticos,
que así le causen risas o asusten a la "gente"...
Todo mi ser sonríe... Más no cuando fantásticos
ojos de maleficio con sus brillos elásticos
dentro el delirio sumen mi espíritu demente!