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domingo, 2 de agosto de 2009

SABINES, Jaime. LA COJITA ESTÁ EMBARAZADA


















La cojita está embarazada.
Se mueve trabajosamente,
pero qué dulce mirada
mira de frente.

Se le agrandaron los ojos
como si su niño
también le creciera en ellos
pequeño y limpio
A veces se queda viendo
quién sabe que cosas
que sus ojos blancos
se le vuelven rosas.

Anda entre toda la gente
trabajosamente.
No puede disimular,
pero, a punto de llorar,
la cojita, de repente,
se mira el vientre
y ríe. Y ríe la gente.

La cojita embarazada
ahorita está en su balcón
y yo creo que se alegra
cantándose una canción:
"cojita del pie derecho
y también del corazón
".

viernes, 24 de julio de 2009

miércoles, 24 de junio de 2009

ALTOLAGUIRRE, Manuel. AMOR, SOLO TE MUESTRAS...




Amor, sólo te muestras
por lo que de mí arrancas,
aire invisible eres
que despojas mi alma
manchando el limpio cielo
con suspiros y lágrimas.
Al pasar me has dejado
erizado de ramas,
defendido del frío
por espinas que arañan,
cerradas mis raíces
el paso de las aguas,
ciega y sin hojas la desnuda frente
que atesoró verdores y esperanzas.

domingo, 21 de junio de 2009

BORGES, Jorge Luis. HAIKU


(aun cuando su mètrica no es la correcta, son de Borges)

1
Algo me han dicho
la tarde y la montaña.
Ya lo he perdido.
2
La vasta noche
no es ahora otra cosa
que una fragancia.

3
¿Es o no es
el sueño que olvidé
antes del alba?
4
Callan las cuerdas.
La música sabía
lo que yo siento.

5
Hoy no me alegran
los almendros del huerto.
Son tu recuerdo.

6
Oscuramente
libros, láminas, llaves
siguen mi suerte.

7
Desde aquel día
no he movido las piezas
en el tablero.

8
En el desierto
acontece la aurora.
Alguien lo sabe.
9
La ociosa espada
sueña con sus batallas.
Otro es mi sueño.
10
El hombre ha muerto.
La barba no lo sabe.
Crecen las uñas.
11
Ésta es la mano
que alguna vez tocaba
tu cabellera.
12
Bajo el alero
el espejo no copia
más que la luna.
13
Bajo la luna
la sombra que se alarga
es una sola.
14
¿Es un imperio
esa luz que se apaga
o una luciérnaga?
15
La vieja mano
sigue trazando versos
para el olvido.

sábado, 20 de junio de 2009

SABINES, Jaime. A CADA UNO



¿Tiene uno, como la naturaleza, sus estaciones, sus ciclos de vida?
En el curso de quince o veinte días pasa una primavera
y un verano en el fondo del alma,
y luego viene un día violento en que nos quedamos
sin hojas, y fríos, e inmóviles.


Alma mía, cosechadora de lo que siembro con el sudor de mi frente,
con el frío sudor de mi frente,
¿puedes decirme a qué horas nos encontramos,
en qué sitio desierto vamos a vernos?


El diablo no hace caso de mis citas,
y Dios es sordo desde hace tiempo:
ven tú alma mía, testigo mío, dame todo
lo que no tienes en tus manos, lo que no te pertenece,
tu sonrisa, tus lágrimas.
¿Qué voy a hacer con ello? Nada.
Quisiera echarte gasolina encima y prenderte fuego, alma mía.
Para recuperarme.