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domingo, 28 de noviembre de 2010

DE MORAES, Vinicius, MUJER AL SOL



 
Una mujer al sol es todo mi deseo,
viene del mar, desnuda, con los brazos en cruz
y la flor de los labios abierta para el beso
y en la piel refulgente el polen de la luz.

Una hermosa mujer, los senos en reposo
y caliente de sol, nada más se precisa.
El vientre terso, el pelo húmedo y una sonrisa
en la flor de los labios, abierta para el gozo.

Una mujer al sol sobre quien yo me arroje
y a quien beba y me muerda y con quien me lamente,
y que al someterse se enfurezca y solloce,

e intente rechazarme, y que al sentirme ausente
me busque nuevamente y se quede a dormir
cuando yo, apaciguado, me disponga a partir.

sábado, 27 de noviembre de 2010

SABINES, Jaime. ES LA SOMBRA DEL AGUA...



Es la sombra del agua
y el eco de un suspiro,
rastro de una mirada,
memoria de una ausencia,
desnudo de mujer detrás de un vidrio.

Está encerrada, muerta -dedo
del corazón, ella es tu anillo-,
distante del misterio,
fácil como un niño.

Gotas de luz llenaron
ojos vacíos,
y un cuerpo de hojas y alas
se fue al rocío.

Tómala con los ojos,
llénala ahora, amor mío.
Es tuya como de nadie
tuya como el suicidio.

Piedras que hundí en el aire,
maderas que ahogué en el río,
ved mi corazón flotando
sobre su cuerpo sencillo.

viernes, 26 de noviembre de 2010

DE MORAES, Vinicius. DEL DEMASIADO AMOR


Quiero llorar porque te amé demasiado,
quiero morir porque me diste la vida,
ay, amor mío, ¿será que nunca he de tener paz?
Será que todo lo que hay en mí
sólo quiere decir saudade…
Y ya ni sé lo que va a ser de mí,
todo me dice que amar será mi fin…
Qué desespero trae el amor,
yo que no sabía lo que era el amor,
ahora lo sé porque no soy feliz.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

AGUSTINI, Delmira. BOCETO INCONCLUSO

    

A veces, cuando el amado y yo soñamos en silencio,
-un silencio agudo y profundo como el acecho
de un sonido insólito y misterioso-
siento como si su alma y la mía corrieran lejanamente,
por yo no sé qué tierras nunca vistas,
en un raudal potente y rumoroso...

martes, 23 de noviembre de 2010

ORTIZ VARGAS, Alfredo. Del Libro CREPÚSCULOS LLUVIOSOS

REPERTORIO AMERICANO.Cuadernos de cultura hispana
San José, Costa Rica,15 de julio de 1952. No. 1139                                                    
                                   

Poeta, quien sabe
que antiguo destino
torció de tu nave
el rumbo marino.
Mañana lo mismo
que todos los días:
lirismo, lirismo
y melancolías.
......................
Y vives la vida
magnífica y loca,
sangrando la herida
y un verso en la boca.
.......................
Loco, nada importa
tu exigua ansiedad.
La vida es tan corta
para la verdad!
......................
Todo lo perdiste
corazón sonoro
menos lo que diste.
........................
También el verso me abandona,
la vela en fuga y la mujer;
se siente el alma desasida
de todo, ''menos del ayer''.
......................
Te soñé en la distancia de las horas antiguas,
cuando nunca te viera; y hoy acaso es un sueño
encontrarte tan blanca, con tus pálidas manos
enflorando la ruta de mi lírico empeño.
........................
Eres fría y pagana y perfecta. El hechizo lunar
prpfundiza en los piélagos de tus ojos glaciares
el dolor de las diosas, ¡ que no pueden pecar!
                                    
                                               

ORTIZ VARGAS, Alfredo. INÚTIL CANCIÓN

REPERTORIO AMERICANO. Cuadernos de Cultura Hispana.
Costa Rica, 1952, Martes 15 de Julio. No. 1139

Me arrojaron viejo, mis viejos abuelos
a esta prolongada ''tortura del mundo''.
Quizá fui el pecado de sus desconsuelos
y mis desconsuelos me hicieron profundo.

Quizá en años fieros su fina entereza
se dobló en los lechos de las cortezanas,
y de un maridaje de ardor y tristeza
surgieron confusas mis nuevas mañanas.

Quizá las virtudes de hurañas devotas
moldearon mi psique con sal de de histerismo;
..........................................................................
Abuelos creyentes, blasfemos y locos
mis versos aroman en vuestra locura;
por ellos se filtran un poco y mil pocos
de miel de querencias y miel de amargura.
..............................................................
Quizá... una mañana del tiempo lejano
las quillas hendieron los mares inciertos.
Hoy ven vuestros ojos la faz del Arcano:
abuelos, decidme, ¿se mueren los muertos?

domingo, 21 de noviembre de 2010

DE IBARBOUROU, Juana. HORA MORADA


¿Que azul me queda?
¿En qué oro y en qué rosa me detengo,
qué dicha se hace miel entre mi boca
o qué río me canta frente al pecho?
Es la hora de la hiel, la hora morada
en que el pasado, como un fruto acedo,
sólo me da su raso deslucido
y una confusa sensación de miedo.
Se me acerca la tierra del descanso final,
 bajo los árboles erectos,
los cipreses aquellos que he cantado
y veo ahora en guardia de los muertos.
Amé, ay Dios, amé a hombres y bestias
y sólo tengo la lealtad del perro
que aún vigila a mi lado mis insomnios
con sus ojos tan dulces y tan buenos.