San José, Costa Rica,15 de julio de 1952. No. 1139
Poeta, quien sabetorció de tu nave
el rumbo marino.
Mañana lo mismo
que todos los días:
lirismo, lirismo
y melancolías.
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Y vives la vida
magnífica y loca,
sangrando la herida
y un verso en la boca.
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Loco, nada importa
tu exigua ansiedad.
La vida es tan corta
para la verdad!
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Todo lo perdiste
corazón sonoro
menos lo que diste.
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También el verso me abandona,
la vela en fuga y la mujer;
se siente el alma desasida
de todo, ''menos del ayer''.
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Te soñé en la distancia de las horas antiguas,
cuando nunca te viera; y hoy acaso es un sueño
encontrarte tan blanca, con tus pálidas manos
enflorando la ruta de mi lírico empeño.
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Eres fría y pagana y perfecta. El hechizo lunar
prpfundiza en los piélagos de tus ojos glaciares
el dolor de las diosas, ¡ que no pueden pecar!
