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martes, 19 de febrero de 2013

SABINES, Jaime. ME GUSTÒ QUE LLORARAS



¡Qué blandos ojos 
sobre tu falda! 

No sé. Pero tenías 
de todas partes, largas 
mujeres, negras aguas. 

Quise decirte: hermana. 
Para incestar contigo 
rosas y lágrimas. 

Duele bastante, es cierto, 
todo lo que se alcanza. 
Es cierto, duele 
no tener nada. 

¡Qué linda estás, tristeza: 
cuando así callas! 
¡Sácale con un beso 
todas las lágrimas! 

¡Que el tiempo, ah, 
te hiciera estatua!

sábado, 16 de febrero de 2013

STORNI, Alfonsina. DIENTES DE FLORES, COFIA DE ROCÌO...



Ùltimo poema antes de suicidarse.



Dientes de flores, cofia de rocío,
manos de hierbas, tú, nodriza fina,
tenme prestas las sábanas terrosas
y el edredón de musgos escardados.

Voy a dormir, nodriza mía, acuestame.
Ponme una lámpara en la cabecera;
una constelación, la que te guste;
todas son buenas, bájala un poquito.

Déjame sola; oyes romper los brotes...
te acuna un pie celeste desde arriba
y un pájaro te traza unos compases

para que olvides... Gracias... Ah, un encargo:
si él llama nuevamente por teléfono
le dices que no insista, que he salido.

jueves, 14 de febrero de 2013

RIVERA,DIEGO. Homenaje II


















BENEDETTI Mario. AYER


Ayer pasó el pasado lentamente

con su vacilación definitiva

sabiéndote infeliz y a la deriva

con tus dudas selladas en la

                       frente

ayer pasó el pasado por el puente

y se llevó tu libertad cautiva

cambiando su silencio en carne viva

por tus leves alarmas de

                            inocente

ayer pasó el pasado con su historia

y su deshilachada incertidumbre/

con su huella de espanto y de 

                            reproche

fue haciendo del dolor una costumbre

sembrando de fracasos tu

                         memoria

y dejàndote sola con la noche.

martes, 12 de febrero de 2013

SABINES, Jaime. ME DUELES



Mansamente, insoportablemente, me dueles. 
Toma mi cabeza. Córtame el cuello. 
Nada queda de mí después de este amor. 

Entre los escombros de mi alma, búscame, 
escúchame. 
En algún sitio, mi voz sobreviviente, llama, 
pide tu asombro, tu iluminado silencio. 

Atravesando muros, atmósferas, edades, 
tu rostro (tu rostro que parece que fuera cierto) 
viene desde la muerte, desde antes 
del primer día que despertara al mundo. 

¡Qué claridad de rostro, qué ternura 
de luz ensimismada, 
qué dibujo de miel sobre hojas de agua! 

Amo tus ojos, amo, amo tus ojos. 
Soy como el hijo de tus ojos, 
como una gota de tus ojos soy. 
Levántame. De entre tus pies levántame, recógeme, 
del suelo, de la sombra que pisas, 
del rincón de tu cuarto que nunca ves en sueños. 
Levántame. Porque he caído de tus manos 
y quiero vivir, vivir, vivir.

martes, 29 de enero de 2013

VITALE, IDA. MARIPOSA ( poema)


En el aire estaba
impreciso, tenue, el poema.
Imprecisa también
llegó la mariposa nocturna,
ni hermosa ni agorera,
a perderse entre biombos de papeles.
La deshilada, débil cinta de palabras
se disipó con ella.
¿Volverán ambas?
Quizás, en un momento de la noche,
cuando ya no quiera escribir
algo más agorero acaso
que esa escondida mariposa
que evita la luz,
                                 como las Dichas.
De "De procura de lo imposible" 1998

lunes, 28 de enero de 2013

MISTRAL, Gabriela. RUEGO





Señor, tu sabes como, con encendido brio,
por los seres extraños mi palabra te invoca,
vengo ahora a pedirte por uno que era mío,
mi vaso de frescura, el panal de mi boca,
Cal de mis huesos, dulce razón de la jornada,
gorjeo de mi oido, ceñidor de mi veste.
Me cuido hasta de aquellos
en que no puse nada.
No tengas ojo torvo si te pido por este!
Te digo que era bueno, te digo que tenía
el corazón entero a flor de pecho, que era
suave de índole, franco como la luz del día
henchido de milagro como la primavera.
Me replicas severo, que es de plegaria indigno
el que no unto de preces
sus dos labios febriles,
y se fue aquella tarde sin esperar su signo,
trizandose las sienes como vasos sutiles.
Pero yo, Señor, te arguyo que he tocado,
de la misma manera que el nardo de su frente,
todo su corazón dulce y atormentado
y tenía la seda del capullo naciente!