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miércoles, 10 de enero de 2007

NERVO, Amado. EN PAZ









Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo Vida,
porque nunca me diste, ni esperanzas fallidas,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida.
Porque veo al final de mi rudo camino,
que yo fui el arquitecto de mi propio destino
Que si extraje la hiel o la miel de las cosas,
fue porque en ellas puse, hiel o mieles sabrosas,
cuando planté rosales, coseché siempre rosas,
Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno,
mas tu no me dijistes que mayo fuera eterno.
Hallé sin duda larga las noches de mis penas
mas no me prometistes tan solo noches buenas,
en cambio tuve algunas, santamente serenas.
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz
Vida, nada me debes, Vida, estamos en paz.