Y muy apasionadamente, por cierto.
Su musa de ayer se llamaba Chela y debió ser hermosa,
muy hermosa...¡ Oh juventud de poeta que
devino político! y no tan ''devino'', que digamos...
aqui está su retrato, extraído del baúl que también conserva
flores secas, una divisa punzó y la Constitución de 1917
con manchas de café con leche. Y aquí está,
también en fragmentos, la inflamada poesía
que se titula ''Al oído de Chela''.
Solo nos reservamos, discreta
y avaramente, el retrato de la hermosa:
Yo contaría a tus ojos
pomos de dulces venenos.
Yo ardería en tus sonrojos
Chela felina y sensual,
Dos cisnes de picos rojos
Sobre un blasón imperial.
Yo iría hacia el reino rosa
de tus ducales perezas,
o a la viña lujuriosa
de tus labios, que Wateau
pintara entre rojas fresas
junto a la gata mimosa
de un abanico de gro.
Iría hacia la rosada
aurora de tu corpiño:
bombonera perfumada
amiga de Pompadour,
para besar el armiño
de dos bombones que un hada
trajo de ''Costas de Azur''.
Evocaría, mi Chela,
una blonda princesita
que surgiera de una tela
finísima de Van-Dick.
O una duquesa exquisita
que fuera fina diamela
en el jardín de tu chic...
Publicado en '' La Gaceta Uruguaya'' No. 6
Julio 22 de 1953