Cantor que canta es pàjaro
pechito de semillas;
cantando en la taberna
o con la voz enferma,
no canta de rodillas.
Puedes verlo agitando
las alas amarillas,
con los ojos cerrados
y el corazòn cansado,
mas nunca de rodillas.
No puede el pajarito
paradito en su horquilla
o en la rama mas alta
o en la humilde gramilla,
ponerse de rodillas.
Hablo del pajarito
y de su cancioncilla,
que puede nacer muerta
que puede nacer cierta,
pero no de rodillas.
Y no defiendo al canto
sino a la pajarilla
de papel que hace un trino,
mañana un desatino,
mas nunca de rodillas.
No hay cantor verdadero
ni canciòn tan sencilla,
que el pàjaro al cantarla,
para mas entregarla,
la ponga de rodillas.
Y el que canta al tirano
no es pàjaro ni es nada;
es reptil del pantano
cloqueando para el amo,
de rodilla doblada.