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miércoles, 20 de mayo de 2009

BENEDETTI, Mario. ''QUE PASARÌA? ''







¿Qué pasaría si un día despertamos dándonos cuenta de que
somos mayoría?


¿Qué pasaría si de pronto una injusticia,
sólo una, es repudiada por todos,
todos que somos todos, no unos,
no algunos, sino todos?

¿Qué pasaría si en vez de seguir divididos
nos multiplicamos, nos sumamos
y restamos al enemigo que interrumpe nuestro paso?

¿Qué pasaría si nos organizáramos
y al mismo tiempo enfrentáramos sin armas,
en silencio, en multitudes,
en millones de miradas la cara de los opresores,
sin vivas, sin aplausos,
sin sonrisas, sin palmadas en los hombros,
sin cánticos partidistas,
sin cánticos?

¿Qué pasaría si yo pidiese por vos que estás tan lejos,
y vos por mí que estoy tan lejos,
y ambos por los otros que están muy lejos
y los otros por nosotros aunque estemos lejos?

¿Qué pasaría si el grito de un continente
fuese el grito de todos los continentes?

¿Qué pasaría si pusiésemos el cuerpo en vez de lamentarnos?

¿Qué pasaría si rompemos las fronteras
y avanzamos, y avanzamos,
y avanzamos, y avanzamos?

¿Qué pasaría si quemamos todas las banderas
para tener sólo una, la nuestra,
la de todos, o mejor ninguna
porque no la necesitamos?

¿Qué pasaría si de pronto
dejamos de ser patriotas para ser humanos?
¿No sé... me pregunto yo,
qué pasaría?

sábado, 9 de mayo de 2009

BORGES, Jorge Luis. AMANECER



Lavandas, Carlos Bau

En la honda noche universal
que apenas contradicen los faroles
una racha perdida
ha ofendido las calles taciturnas
como presentimiento tembloroso
del amanecer horrible que ronda
los arrabales desmantelados del mundo.
Curioso de la sombra
y acobardado por la amenaza del alba
revivì la tremena conjetura
de Schopenhauer y de Berkley
que declara que el mundo
es una actividad de la mente,
un sueño de las almas,
sin base ni propòsito ni volumen.
Y ya que las ideas n 
no son eternas como el màrmol
sino inmortales como un bosque o un rìo,
la doctrina anterior
asumiò otra forma en el alba
y la supersticiòn de esa hora
cuando la luz, como una enredadera
asumiò otra forma en el alba
va a implicar las paredes de la sombra,
doblegò mi razòn
y trazò el capricho siguiente:
Si estàn ajenas de sustancia todas las cosas
y si esta numerosa Buenos Aires
no es mas que un sueño
que erigen en compartida magia las almas,
hay un instante cuando 
en que peligra desafortunadamente su ser
y es el instante estremecido del alba,
en que peligra desafortunadamente su ser
y es el instante estremecido del alba
y son pocos los que sueñan el mundo
y solo algunos trasnochadores conservan
cenicientas y apenas bosquejada,
la imagen de las calles
que definirán despues con los otros.
Hora en que el sueño pertinaz de la vida
corre peligro de quebanto
hora en que le sería fácil a Dios
matar del todo su obra !
Pero de nuevo el mundo se ha salvado.
La luz discurre inventando sucios colores
y con algún remordimiento
de mi complicidad en el resersvamiento del día
solicito mi casa,
atónita y glacial en la luz blanca,
mientras un pájaro detiene su silencio
y la noche gastada
se ha quedado en los ojos de los ciegos.

viernes, 1 de mayo de 2009

AMORIM, Enrique. PRIMERO DE MAYO. ( A NICOLÁS GUILLÉN)



















A Nicolás Guillén


El abuelo gringo
que vino en un barco
de velas de fuego
con mástiles blancos
-brújula embrujada
mendrugos y endriagos-
El abuelo gringo
dijo por lo bajo:

Primero de Mayo

Recorrió la América
numerando andamios.
Coloreó arrabales
y fué, palmo a palmo,
corazones , tierras
ganado. Ganando
mujer, casa y huerto
para su descanso.

Primero de Mayo

Y encendió la pipa
en medio del patio.
Hojas otoñales
siguieron sus pasos.
Por la calle sola
se alejó cantando,
con un libro viejo
cerrando las manos.

Primero de Mayo

¿Los hombres temieron
al fuego del canto?
¿Daban miedo entonces
las voces en alto?
Hubo atardeceres
de sangre y espanto.
Muros de ignominia
y enlutado asfalto.

Primero de Mayo

La plaza cercada
de sables y cascos.
El rencor roncaba
su sordo fracaso.
El grito en el puño
y el puño en lo alto.
Un clarín de muerte
deshojó el espacio.

Primero de Mayo

Rosas renovadas
en ocasos bravos.
Noches de la imprenta
sudores lunados.
Rojos fueron siempre
la aurora y el parto.
El nieto ya lee
el viejo libraco.

Primero de mayo

Se abrieron las calles
a punta de canto.
Las heroicas madres
los hijos en brazos.
Vendaval de gritos,
del grito sangrado.
Gargantas de acero:
¡Libertad hermanos!

Primero de Mayo

Banderas al viento
tus fechas flamearon
por calles y plazas
y sierras y campos
y montes y surcos
y ríos y llanos.
¡Espigas y estrellas
colmaron los labios!

Primero de Mayo

Ya nadie podría
la fiesta quitarnos
¿Quién puede a los yunques?
¿Quién puede al arado?
¡Que claro es el día,
qué día mas claro!
Está amaneciendo
¡Primero de Mayo!


Buenos Aires, 1947








martes, 28 de abril de 2009

DOBLES, Fabián. REGRESO A LA ESPERANZA.




PERDÒNAME esperanza,
Perdona mis ausencias de ti.
Yo no las quiero.
Olvida mis jardines solitarios,
donde crecen las rojas flores de mi silencio.
Perdona la quitud en que, sumiéndome,
te aparto de mis ojos.

Ahora regreso a ti y a tu olivar sombroso.
Ahora vuelvo a tu cauce
y a tu claro alfabeto de canciones.
Ahora regreso a mí, conmigo rescatado,
a la bahía de miel e higos donde solías
conversar de palomas mensajeras
y floridos pañuelos agitados al viento.

Aquí estoy esperándote, esperanza.
Recuerdo que venías cuando eras
tú una mozuela vieja y yo, tan solo,
un torpe catador del vino de los días,
un viajero que aun no había puesto
su pie en el amplio estribo de la angustia.

Ahora, que bautizado por el fiero rocío
y herido por el dulce sabor
de todo lo que tu querías enseñarme,
he aprendido mi nombre en la infinita multitud,
perdona mis olvidos, esperanza,
y ven a reencontrarme.

lunes, 27 de abril de 2009

DE MORAES, Vinicus. SONETO




Esa mujer que se arroja fría
y lúbrica en los brazos, y a sus senos.
Me aprieta, me besa y balbucea
versos, rezos a Dios, votos obscenos.


Esa mujer, flor de melancolìa,
que rìe de mis pàlidos recelos,
La ùnica entre todas a quien di
caricias que jamàs a otras darìa.

Esa mujer,que a cada amor proclama,
la miseria y grandeza de quien ama, 
y feliz de mis dientes guarda huella.


¡Un mundo esa mujer! Es una yegua
quizàs , pero en el marco de una cama,
nunca mujer alguna fue tan bella.

martes, 21 de abril de 2009

RODRIGUEZ CASTILLO, Osiris. LA GALPONERA




''Una espuela rota, un lazo ramaleado, una lanza olvidada entre las tijeras de una quincha y en toda guitarra, una milonga la mas humilde, la más peona, la galponera''. 
..................
Le llaman la Galponera
Y es milonga de fogón
Que lo mismo vive a monte
Si le niegan el galpón
La arrastro la montonera
Cuando el llano corcovió
Y hubo un nudo de Orientales
Lanza, trabuco y facón……….