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miércoles, 15 de febrero de 2012

NERUDA, Pablo. ARTE POÈTICA





Entre sombra y espacio, entre guarniciones y doncellas
dotado de corazón singular y sueños funestos,
precipitadamente pálido, marchito en la frente
y con luto de viudo furioso por cada día de vida,
ay, para cada agua invisible que bebo soñolientamente
y de todo sonido que acojo temblando,
tengo la misma sed ausente y la misma fiebre fría,
un oído que nace, una angustia indirecta,
como si llegaran ladrones o fantasmas,
y en una cáscara de extensión fija y profunda,
como un camarero humillado, como una campana un poco ronca,
como un espejo viejo, como un olor de casa sola
en la que los huéspedes entran de noche perdidamente ebrios,
y hay un olor de ropa tirada al suelo, y una ausencia de flores,
–posiblemente de otro modo aún menos melancólico–,
pero, la verdad, de pronto, el viento azota mi pecho,
las noches de substancia infinita caídas en mi dormitorio,
el ruido de un día que arde con sacrificio
me piden lo profético que hay en mí, con melancolía,
y un golpe de objetos que llaman sin ser respondidos
hay, y un movimiento sin tregua, y un nombre confuso

martes, 14 de febrero de 2012

CELAYA, Gabriel. Por De Pronto, Esto

Excepciòn a mis latinoamericanos...



Lo primero es respirar.
Lo segundo es comer.
Lo tercero es andar.
Andar por andar,
pues ¿sabe usted adónde va?
Comer por comer,
¿o es que no quiere seguir?
Respirar por respirar,
¿o es que quiere usted morirse?
Lo normal es vivir,
y respirar, y andar,
y a ratos sueltos, pensar.

lunes, 13 de febrero de 2012

BORGES, Juan Luis. Las Cosas





El bastón, las monedas, El llavero,
la dócil cerradura, las tardías
notas que no leerán los pocos días
que me quedan, los naipes y el tablero,

un libro y en sus páginas la ajada
violeta, monumento de una tarde
sin duda inolvidable y ya olvidada,
el rojo espejo occidental en que arde

una ilusoria aurora ¡Cuántas cosas,
limas, umbrales, atlas, copas, clavos,
nos sirven como tácitos esclavos,

ciegas y extrañamente sigilosas!
Durarán más allá de nuestro olvido;
no sabrán nunca que nos hemos ido

domingo, 12 de febrero de 2012

sábado, 11 de febrero de 2012

BENEDETTI, Mario. SABERTE AQUÍ.







Podes querer el alba cuando quieras

 he conservado intacto tu paisaje
 podés querer el alba cuando ames
 venir a reclamarte como eras
 aunque ya no seas vos
 aunque mi amor te espere
 quemándose en tu azar
 y tu sueño sea eso
 y mucho más
 esta noche otra noche
 aquí estarás
 y cuando gima el tiempo giratorio
 en esta paz ahora dirás
 quiero esta paz ahora podés venir
 a reclamarte penetrar en tu noche 
de alegre angustia
 reconocer tu tibio corazón 
sin excusas los cuadros
 las paredes saberte aquí 
he conservado intacto tu paisaje
 pero no sé hasta dónde está
 intacto sin vos 
podes querer el alba
 cuando quieras 
venir a reclamarte como eras
 aunque el pasado sea despiadado
 y hostil aunque contigo
 traigas dolor y otros milagros
aunque seas otro rostro
 de tu cielo hacia mí. 

viernes, 10 de febrero de 2012

MISTRAL, Gabriela. La flor del aire







Yo la encontrè por mi destino,
de pie a mitad de la pradera,
gobernadora del que pase,
del que le hable y que la vea.

Y ella me dijo: ''Sube al monte,
Yo nunca dejo la pradera,
y me cortas las flores blancas
como nieves, duras y tiernas.''

Me subì a la àcida montaña,
busquè las flores donde albean,
medio dormidas y despiertas.

Cuando bajè, con la carga mìa,
la hallè a mitad de la pradera,
y fui cubriendola frenètica,
con un torrente de azucenas.

Y sin mirarse la blancura, 
ella me dijo: ''Tu acarrea
ahora solo flores rojas.
Yo no puedo pasar la pradera.''

Trepè las penas con el venado,
y busquè flores de demencia,
las que rojean y parecen
que de rojez vivan y mueran.

jueves, 9 de febrero de 2012

VALLEJO, Cèsar. DESOLACIÒN



Del nicho helado en que los hombres te pusieron,
te bajaré a la tierra humilde y soleada.
Que he de dormirme en ella los hombres no supieron,
y que hemos de soñar sobre la misma almohada.

Te acostaré en la tierra soleada con una
dulcedumbre de madre para el hijo dormido,
y la tierra ha de hacerse suavidades de cuna
al recibir tu cuerpo de niño dolorido,

Luego iré espolvoreando tierra y polvo de rosas,
y en la azulada y leve polvoreda de luna,
los despojos livianos irán quedando presos.

Me alejaré cantando mis venganzas hermosas,
¡porque a ese hondor recóndito la mano de ninguna
bajará a disputarme tu puñado de huesos!

II

Este largo cansancio se hará mayor un día,
y el alma dirá al cuerpo que no quiere seguir
arrastrando su masa por la rosada vía,
por donde van los hombres, contentos de vivir...

Sentirás que a tu lado caban briosamente,
que otra dormida llega a la quieta ciudad.
Esperaré que me hayan cubierto totalmente...
¡y después hablaremos por una eternidad!

Sólo entonces sabrás el por qué no madura
para las hondas huesas tu carne todavía,
tuviste que bajar, sin fatiga, a dormir.

Se hará luz en la zona de los sinos, oscura:
sabrás que en nuestra alianza signo de astros había
y, roto el pacto enorme, tenías que morir...

III

Malas manos tomaron tu vida desde el día
en que, a una señal de astros, dejara su plantel
nevado de azucenas. En gozo florecía.
Malas manos entraron trágicamente en él...

Y yo dije al Señor: - "Por las sendas mortales
le llevan ¡Sombra amada que no saben guiar!
¡Arráncalo, Señor, a esas manos fatales
o le hundes en el largo sueño que sabes dar!

¡No le puedo gritar, no le puedo seguir!
Su barca empuja un negro viento de tempestad.
Retórnalo a mis brazos o le siegas en flor".

Se detuvo la barca rosa de su vivir...
¿Que no sé del amor, que no tuve piedad?
¡Tú, que vas a juzgarme, lo comprendes, Señor!

miércoles, 8 de febrero de 2012

GUILLEN, Nicolàs. TENGO


. 
Cuando me veo y toco 
yo, Juan sin Nada no más ayer, 
y hoy Juan con Todo, 
y hoy con todo, 
vuelvo los ojos, miro, 
me veo y toco 
y me pregunto cómo ha podido ser. 
. 
Tengo, vamos a ver, 
tengo el gusto de andar por mi país, 
dueño de cuanto hay en él, 
mirando bien de cerca lo que antes 
no tuve ni podía tener. 
. 
Zafra puedo decir, 
monte puedo decir, 
ciudad puedo decir, 
ejército decir, 
ya míos para siempre y tuyos, nuestros, 
y un ancho resplandor 
de rayo, estrella, flor. 
. 
Tengo, vamos a ver, 
tengo el gusto de ir 
yo, campesino, obrero, gente simple, 
tengo el gusto de ir 
(es un ejemplo) 
a un banco y hablar con el administrador, 
no en inglés, 
no en señor, 
sino decirle compañero como se dice en español. 
. 
Tengo, vamos a ver, 
que siendo un negro 
nadie me puede detener 
a la puerta de un dancing o de un bar. 
O bien en la carpeta de un hotel 
gritarme que no hay pieza, 
una mínima pieza y no una pieza colosal, 
una pequeña pieza donde yo pueda descansar. 
. 
Tengo, vamos a ver, 
que no hay guardia rural 
que me agarre y me encierre en un cuartel, 
ni me arranque y me arroje de mi tierra 
al medio del camino real. 
. 
Tengo que como tengo la tierra tengo el mar, 
no country, 
no jailáif, 
no tennis y no yatch, 
sino de playa en playa y ola en ola, 
gigante azul abierto democrático: 
en fin, el mar. 
. 
Tengo, vamos a ver, 
que ya aprendí a leer, 
a contar, 
tengo que ya aprendí a escribir 
y a pensar 
y a reír. 
Tengo que ya tengo 
donde trabajar 
y ganar 
lo que me tengo que comer. 
Tengo, vamos a ver, 
tengo lo que tenía que tener. 

lunes, 6 de febrero de 2012

domingo, 5 de febrero de 2012

BORGES, Juan Luis. EL PUÑAL


 
En un cajón hay un puñal.

Fue forjado en Toledo, a fines del siglo pasado;
 Luis Melián Lafinur se lo dio a mi padre,
 que lo trajo del Uruguay;
 Evaristo Carriego lo tuvo alguna vez en la mano. 
.
Quienes lo ven tienen que jugar un rato con él;

 se advierte que hace mucho que lo buscaban;
 la mano se apresura a apretar la empuñadura que la espera;
 la hoja obediente y poderosa juega con precisión en la vaina.
.
Otra cosa quiere el puñal. 
.
Es más que una estructura hecha de metales;

 los hombres lo pensaron y lo formaron para un fin muy preciso;
 es, de algún modo eterno, 
el puñal que anoche mató un hombre en Tacuarembó
 y los puñales que mataron a César.
 Quiere matar, 
quiere derramar brusca sangre. 
.
En un cajón del escritorio,

 entre borradores y cartas, 
interminablemente sueña el puñal con su sencillo sueño de tigre,
 y la mano se anima cuando lo rige porque el metal se anima,
 el metal que presiente en cada contacto al homicida
 para quien lo crearon los hombres. 
.
A veces me da lástima. 

Tanta dureza, tanta fe,
 tan apacible o inocente soberbia,
 y los años pasan, inútiles.

FALÙ, Eduardo - Trago De Sombra

lunes, 30 de enero de 2012

SÁBADO. POEMA A ALFONSINA STORNI.


 Me levanté temprano y anduve descalza
por los corredores: bajé a los jardines
y besé las plantas
Absorbí los vahos limpios de la tierra,
tirada en la grama;
me bañé en la fuente que verdes achiras
circundan. Más tarde, mojados de agua
peiné mis cabellos. Perfumé las manos
con zumo oloroso de diamelas. Garzas
quisquillosas, finas,
de mi falda hurtaron doradas migajas.
Luego puse traje de clarín más leve
que la misma gasa.
De un salto ligero llevé hasta el vestíbulo
mi sillón de paja.
Fijos en la verja mis ojos quedaron,
fijos en la verja.
El reloj me dijo: diez de la mañana.
Adentro un sonido de loza y cristales:
Comedor en sombra; manos que aprestaban
manteles.
Afuera, sol como no he visto
sobre el mármol blanco de la escalinata.
Fijos en la verja siguieron mis ojos,
fijos. Te esperaba....

domingo, 29 de enero de 2012

BENAVÌDEZ, Washington. Foto de Trovador

Probablemente, cuando su amigo
le sacó esta instantánea,
el trovador pensaba en inscripciones
de lápidas hebreas,
cisnes, bueyes perdidos.
Sentado en una silla,
lee un libro no determinado;
  el cuerpo levemente en arco,
lentes de carey grueso, el pelo
 corto (período de vacas flacas)
el buzo y pantalón -acaso- grises
(en el gris dominante de la toma).
  La imagen, es imagen solitaria.
¿Leía en su retiro, esperando mejores
tiempos de la canción y de la alondra?
¿Leía en realidad? ¿O meditaba
el tono de aquel verso, aquel acorde,
en Alicia despojada de toda maravilla,
la relación filosa del tiempo y su trabajo,
esa segunda realidad que duele?
La delgada figura adolescente
(mano con cigarrillo)
absorta
es un detalle del friso. El friso
que no ves, porque eres parte
del mismo.
Fragmentaria
como toda aprehensión
de este terrible huevo.
De “Fotos” 1986

sábado, 28 de enero de 2012

viernes, 27 de enero de 2012

JULIO BOCA. El dìa que me quieras

ALEGRÌA, Claribel. CADA VEZ QUE TE AMO...




Cada vez que te amo
vida y muerte
están presentes:
amanecer
y noche
paraíso
sepulcro.

sábado, 21 de enero de 2012

STORNI, Alfonsina. LO INACABABLE.



No tienes tú la culpa si en tus manos
mi amor se deshojó como una rosa:
Vendrá la primavera y habrá flores...
el tronco seco dará nuevas hojas.
Las lágrimas vertidas se harán perlas
de un collar nuevo; romperá la sombra
un sol precioso que dará a las venas
la savia fresca, loca y bullidora.
Tú seguirás tu ruta; yo la mía
y ambos, libertos, como mariposas
perderemos el polen de las alas
y hallaremos más polen en la flora.
Las palabras se secan como ríos
y los besos se secan como rosas,
pero por cada muerte siete vidas
buscan los labios demandando aurora.
Mas... ¿lo que fue? ¡Jamás se recupera!
¡Y toda primavera que se esboza
es un cadáver más que adquiere vida
y es un capullo más que se deshoja!

lunes, 2 de enero de 2012

VARELA, Blanca. Es frìa la luz




Es fría la luz de la memoria
lo apenas entrevisto brilla
con insistencia
gira buscando el casco de botella
o el charco de lluvia

tras cualquier puerta que se abre
está la luna
tan grande y plana
tan fuera de lugar
como si de un cuadro se tratara
óleo sobre papel
endurecido por el tiempo

así cayeron en la mente
formas y colores
casualidades
azar que anuda sombras
vuelcos en la negra marmita
donde a borbotones
se cuecen gozo y espanto

crece el yeso de un cielo
mil veces lastimado
mil veces blanqueado
se borra el mundo y se vuelve
a escribir
hasta el último aliento

sólo esto
eternidad aparente
mísera astilla de luz en
la entraña
del animal
que apenas estuvo

domingo, 1 de enero de 2012