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viernes, 7 de enero de 2011

SUPERVIELLE, Jules. PROFESIA

 

A Jean Cassou



Un día será la tierra
Sólo un espacio que gira
Confundiendo día y noche,
Bajo el cielo de los Andes
No se verá una montaña
Ni el menor desfiladero.


De todas las casas del mundo
No quedará más que un balcón
Y el humano mapamundi
Una tristeza sin cubrir.
De lo que antes fué el Atlántico
Un sabor a sal en los aires
Y un mágico pez volador
Que de la mar no sabrá nada.


Desde un cupé del año treinta
(Cuatro ruedas, ningún camino)
Tres señoritas de esa época,
Ya convertidas en vapor,
Mirarán por la portezuela
Creyendo a París muy cerca
Y sentirán en torno a ellas
El asfixiante olor del cielo.


Donde los bosques florecían
Se elevará un canto de pájaros
Que nadie ya podrá situar
Ni preferir, ni oir siquiera
Excepto Dios que al escucharlo
Dirá en voz baja : "Es un jilguero".

DE CÁCERES. Esther. EL AIRE

 


¿ Quién devora tu imagen ?
¿ Quién detiene mis párpados ?


El aire estremecido que te envuelve
me separa de tí; ciega mis ojos.


Hondo mar tuyo y mío !
Hondo mar solo y mío !
Las islas cantan quemadores cantos
y el aire estremecido ciega y cierra
y sumerge
soledades y cantos !


Pero cuando estás lejos
un aire quieto envuelve
tus marfiles quemados.


Hondo mar tuyo y mío
cantan un solo canto;
son una quieta seda...
vivo mar ! Caen las flores
sin sumergirse, eternas,
en el Aire extasiado !

jueves, 6 de enero de 2011

SABAT ERCASTY, Carlos. lll

 




Pastor de soledades y de hastíos
en prados de silencio, va mi vida
cada vez más cansada y escondida,
sin agitar sus sosegados ríos.


Pastor de otoños cada vez más fríos
en campos de mi ser, a la partida
de aquella juventud, tan florecida,
y hoy ya tan lejos de los sueños míos.


Y ayer, pastor de anhelos inasibles !
Y en montañas de Dios, y en puros cielos,
levantando en alturas imposibles,


pastor de exaltaciones y victorias
y hoy, oprimido entre estos cuatros muros,
nada más que pastor de altas memorias !

GARCÍA MARQUEZ, Gabriel


la sabiduría nos llega cuando ya no nos sirve para nada...

miércoles, 5 de enero de 2011

SILVA VALDÉS, Fernán. TANGO

 

Tango milongón,
corazón del arrabal;
eres como una viruta musical,
como una viruta de bandoneón.
Como una queja que se estira
produciendo escozor y placer;
eres una música que se respira,
que tiene forma curva y que huele a mujer.


Música primitiva pero civilizada,
que calienta la sangre y emborracha a las gentes;
una música rara,
que se acompaña con el cuerpo,
y con los labios, y con los dientes,
como si se mascara.


Pegajosa como la miel,
y que fatiga sin fatigar;
resbala por los nervios como por un riel,
y se baila con los cinco sentidos
puestos en el bailar.


Tango:
por entre la cadencia de tu música queda
yo palpo la dureza viva del arrabal,
como por entre una vaina de seda
la hoja de un puñal.


Tango milongón,
tango compadrón
que a pesar de bailarse con todas las ganas
se baila como sin ganas,
como en carriles de lentitud:
eres un estado de alma de la multitud.

CIRCE Maia. FIRME Y SEGURO AMOR

 

Firme y seguro amor venía en el aire
subía de la tierra
se movía en el aire entre las hojas
giraba y daba vueltas.

Vivir quellos días en verdad fue beberlos,
un vino puro y fuerte, un intenso latido.
El color y el sabor de ese enero dorado
todavía se pegan, tercos, a los sentidos.


¡Ah, verdadera dicha !
Saltan de la memoria de pronto,un gusto a monte
y un azul de alegría.
Color de la alegría, azul alto y liviano
el vuelo de los días.


martes, 4 de enero de 2011

VILARIÑO, Idea. TAL VEZ NO ERA PENSAR




Tal vez no era pensar, la fórmula, el secreto,
sino darse y tomar perdida, ingenuamente,
tal vez pude elegir, o necesariamente,
tenía que pedir sentido a toda cosa.

Tal vez no fue vivir este estar silenciosa
y despiadadamente al borde de la angustia
y este terco sentir debajo de su música
un silencio de muerte, de abismo a cada cosa.

Tal vez debí quedarme en los amores quietos
que podrían llenar mi vida con un nombre
en vez de buscar al evadido del hombre,
despojado, sin alma, ser puro, esqueleto.

Tal vez no era pensar, la fórmula, el secreto.
sino amarse y amar, perdida, ingenuamente.

Tal vez pude subir como una flor ardiente
o tener un profundo destino de semilla
en vez de esta terrible lucidez amarilla
y de este estar de estatua con los ojos vacíos.

Tal vez pude doblar este destino mío
en música inefable. O necesariamente...