Pensar en el amor es importante,
sobre todo
cuando no se pasa hambre.
No hablo de la India, no hablo del Vietnam,
aunque vale.
Hablo, amor, de si podremos pagar hoy el pan.
Tendremos pan y vino. Si hoy nos falta dinero,
mañana lo tendremos.
Y somos millonarios de tiempo, tiempo y tiempo.
Como la India, como la China, como el Vietnam,
no tenemos prisa.
¿Y quién es tan valiente que nos venga a cobrar?
Pensemos, por lo tanto, en el amor.
Cuando se puede esperar,
hasta la brisa parece limpia y trascendental.