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martes, 19 de junio de 2007

sábado, 9 de junio de 2007

AMORIM, Enrique. CREPÚSCULO EN EL RÍO





'' Todo está dicho, si.... y en los colores

se desmayan pinceles.
Labra el silencio cofres de arreboles
y en el agua hay nostalgia de bajeles.
Todo está dicho ya.Metáforas, figuras.
Ni una palabra mas.
Solo te queda para las futuras
tardes que yo no se si vivirás
este inmóvil recuerdo de un ocaso
con lentas golondrinas.
Todo está dicho ya. Detén el paso
que tu también declinas
que ya se van las tardes por el río
los años por la orilla
y tu vieja pasión ya toca el frío
de un olvido de página amarilla.
Todo está dicho, si, ya lo dijiste
a rubias y a morenas
ya tu paisaje se te torna triste.
Goznes gastados, intenciones buenas...

Todo está dicho ya. Calla y admira.
Vana, tu voz exalta
el dulce aroma al que tu verso aspira.
Solo te vieron en la Piedra Alta
solo en muelle contemplando el agua
bañando tus sentidos
Del Salto Chico la menuda fragua
de un obrero invisible, en tus oídos
dejó cristales moribundos. Tienes
derecho a la tristeza
y a reflejar la luna de tus sienes
en la crepuscular tierna pereza
del río detenido en un remanso.
Todo está dicho, si ...
Vuelve a tu casa, ordena tu descanso
con algunos recuerdos que de tí
tendrán sencillas gentes conocidas.
Todo pasó en un vuelo.
Pasó tu vida, pasaron muchas vidas
y algunas golondrinas por el cielo.

viernes, 18 de mayo de 2007

viernes, 11 de mayo de 2007

jueves, 10 de mayo de 2007

SONETO A CRISTO CRUCIFICADO. Anónimo



No me mueve mi Dios para querete, 
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.

Tu me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.

Muéveme, al fin , tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno te temiera.

No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.

domingo, 6 de mayo de 2007

ZEQUEIRA Y ARANGO, Manuel. A LA VIDA



Vida, que sin cesar huyes de suerte
Que no eres de ningún bien merecedora,
¿Por qué quieres llevarme encantadora
Con alegre esperanza hasta la muerte?

Si el tiempo que risueña te divierte
Es el mismo al fin que te devora
Por qué te he de apreciar si a cada hora
Se me acerca el momento de perderte.

Mas, ¿qué pierdo en perderte? La vil parte
De la miseria humana, el cuerpo indigno
Que debieras más bien de él alejarte,

Si a más vida, mas males imagino
Ya me puedes dejar, que yo en dejarte
Harto que agradecer tengo al destino.

lunes, 30 de abril de 2007

LIBRO DE ECLESIASTES. I, 4, 9


Generatio praerit, generatio advenit...


Pasa una generación y viene otra
pero la tierra es siempre la misma
Lo que fue será,
lo que ya se hizo
es lo que se hará,
no se puede hacer nada nuevo bajo el sol....

miércoles, 25 de abril de 2007

POESÍA GAUCHESCA. ANÁLISIS

Poesía gauchesca y poesía tradicional.

No debe confundírse la poesía gauchesca con la poesía tradicional, latente ya desde los tiempos de la colonización. En esta última, nos llegan enraizados los viejos romances de matones, las rondas, las canciones, los villancicos y las coplas, los temas con héroes legendarios y caballeros, reyes y pastores, etc.
Poesía tradicional que está fundamentada en el anonimato, que refleja un arte impersonal, que había sido recogida por los libros de cordel, los florilegios, las hojas sueltas o la memoria de lectura y la tradición oral. Estos elementos tradicionales se contaminan en tierras de América, se reelaboran con palabras, costumbres, accidentes, nombres, que le imprimen cierto tono local, pero siempre bajo una raíz histórica pura.
En el primer tercio del siglo XIX surgen entre nosotros los poetas anónimos y los payadores, improvisadores o memorizantes de coplas y rimas, que difundirán mediante versos octosílabos y acordes de guitarra este tipo de poesía. Los tonos dentro de su pobreza melódica no ofrecen una gran variedad. Pero se adaptan a distintas formas de piezas, desde los romanees a las décimas. 

Con los payadores la revelación estética de la poesía fue "no tanto de solaz, como noticiosa, profética, moralizadora, idealizadora y didáctica. En un medio social sin escritura, sin iglesia, sin escuela, sin presión social (por regir un tipo de comunidad rala), el payador era el letrado, el maestro, el periodista, el consejero y el predicadol'. Debe añadirse a esto que era deber ineludible, cuando se enfrentaban dos cantores, el payar de contrapunto. 

Desarrollo de la poesía gauchesca

La poesía denominada gauchesca, género que surge en el ámbito rioplatense, ha quedado como sello indiscutible dentro de la literatura hispanoamericana. Ya desde su mismo nacimiento fue un elemento de consulta y una manera de plática confidencial entre la gente del pueblo.
 En esta manifestación verbal se acentuaba el decir pícaro y lo episódico, el suceso histórico -apenas interpretado en el momento de circunstancia-, todo ello difundido mediante el canto. Si bien los payadores habían compenetrado sus composiciones improvisadas o recordadas con el alma popular, el joven género gauchesco experimentó nuevos cambios.
El decir se volvió realista, crudo y convincente, el cual, al ser repetido por el cantar guitarrero se convirtió en noticia volatinera o suelto de periódico, aprendido con estribillo o melodía. Ya Bartolomé Hidalgo (1788-l822) había encendido con sus "cielitos" la combatividad del canto, reproduciendo a la vez con sus "diálogos" la conversación amena entre paisanos.
Estos dos elementos serán luego desarrollados por la literatura gauchesca a través de sus continuadores -inclusive los mismos payadores, noticieros o maestros dentro de las comunidades más inferiores-, cuyo desarrollo estará ya afirmado en una tradición.
En muchos casos, el decir jocoso estuvo salpicado por la reflexión o el comentario. No todo lo expresado entre paisanos eran chuzas verbales o requiebros festivos, sino que estaba también la queja mordaz, las múltiples lamentaciones con hechos citados para su confirmación. No se quería usar el canto como un puro juego lírico o ameno. 

Existía un dolor que estaba flotando en la intimidad del verso, de modo que el poeta dejaba las comparaciones aproximativas del lenguaje rural y se imponía la obligación de ser testigo de la verdad, del sufrinliento, de las luchas de la independencia. Lo político o lo social no dejaban de registrar la gracia del estilo, pero actuaban en primer plano.
El pueblo lo entendió así, y aprendía la historia del país o de su comarca natal a través del poema bordoneado en las guitarras. De este modo, los gauchescos cultivaron a la vez el verso sabroso y el polémico.

La línea descriptiva de Bartolomé Hidalgo, se continuó así con el poeta Hilario Ascasabi (1807-1875), que es autor de una extensa producción lírica reunida luego por su autor en tres gruesos tomos editados en París en 1872.
 La costumbre de utili.zar seudónimos, tan difundida en la época, fue seguida no sólo por Ascasibi sino también, y posteriormente, por Estanislao del Campo (1834-1880), al autor del Fausto (1866).
 Si Hidalgo dio en su primario cantar del cielito el tono de una voz, y Ascasubi con Santos Vega un minucioso friso'de la campaña bonaerense enfocando la historia de unos mellizos, Del Campo lleva a su culminación el juego dialogado de los ''poetas gauchescos''. 
Todo en un proceso que culminará con Miguel Hernández en su pieza cumbre de la Literatura Gauchesca: '' Martín Fierro''. A partir de aquí ya quedará bien marcado el rumbo definitivo de la literatura gauchesca, no sólo para el verso sino también para la prosa, entre las que deben incluirse las tentativas dramáticas o narrativas. Así se irán sucediendo más tarde Ricardo Gutiérrez, Martiniano Leguizamón, Benito Lynch, Ricardo Guiraldes en  Argentina,  mientras en la otra surgen figuras como Javier deViana, Eduardo Acevedo Díaz, Carlos Reyles, etcétera.

martes, 10 de abril de 2007

BELLO, Andrés. LA ORACION POR TODOS



Cesó el trabajo afanador, y al mundo
la sombra va a colgar su pabellón.
Sacude el polvo el árbol del camino
al soplo de la noche, y en el suelto
manto de la sutil neblina envuelto
se ve temblar el viejo torreón.
..........................................................

Ve a rezar, hija mía. Y ante todo
ruega a Dios por tu madre, por aquella
que te dió el ser, y la mitad mas bella
de su existencia ha vinculado en el,
que en su seno hospedó tu joven alma,
de una llama celeste desprendida,
y haciendo dos porciones de la vida
tomó el alcíbar y te dió la miel.
............................................................

Perdonarás a mi enemiga estrella
si disipadas fueron una a una
las que mecieron tu mullida cuna
esperanzas de alegre porvenir?
Si, le perdonarás , y mi memoria
te arrancará una lágrima, un suspiro
que llegue hasta mi lóbrego retiro
y haga mi halado polvo rebullir.

sábado, 24 de marzo de 2007

ZITARROSA, Alfredo.MILONGA PARA UNA NIÑA






El que ha vivido penando,
por causa de un mal amor,
no encuentra nada mejor,
que cantar y d’ir pensando.
Y si anduvo calculando,
qué culpa pudo tener,
cuando ve que una mujer,
no conoce obligaciones,
se consuela con canciones,
y se olvida de querer.


Por eso niña te pido,
que no me guardes rencor,
yo no puedo darte amor,
ni vos podés darme olvido.
Yo sé que en cualquier descuido,
me iba a bolear contra el suelo,
y aunque me ofrezcas consuelo,
yo no lo puedo aceptar,
puedo enseñarte a volar,
pero no seguirte el vuelo.


Yo no te puedo entregar,
un corazón apagado;
cuando falla el del costado,
no hay nada que conversar.
Hay una forma de amar,
que es un modo de conciencia;
hay un amor que es paciencia,
y otro que es solo aromar.
¿ Cuál amor te podría dar,
quien amara tu inocencia ¿.


Cuando te vuelva a encontrar,
no podremos sonreír,
prefiero verte partir,
como te he visto llegar.
Cuando vuelvas a pensar,
que una vez te conocí,
y que nomás porque sí,
te compuse una canción,
cantará en tu corazón,
lo poquito que te di.

ZITARROSA, Alfredo.El violín de Becho

ZITARROSA, Alfredo.SI TE VAS

ZITARROSA, ALFREDO. Milonga para una niña

jueves, 15 de marzo de 2007

ISELLA RUSSELL, Dora. SOLEDAD.


Para Pedro Leandro Ipuche.



Yo, la antigua guerrera, al mar arrojo
lanza y escudo, y tan desamparada
reconstruyo mi cielo y mi morada,
aquél sin dicha y ésta sin cerrojo.

¿Donde quedó mi soledad al rojo,
mi agresiva sonrisa apasionada,
y la palabra que no dijo nada,
y el orgullo tremendo del despojo?

... Ya ni la prisa ni la desventura;
ya ni el amor ni el odio ni la suerte
ni el obstinado afán de la aventura

ni el gozo triste o el quebranto fuerte:
ésta de ahora tiene la estatura
que cada día le enseñó la muerte.

domingo, 25 de febrero de 2007

domingo, 18 de febrero de 2007

HIDALGO, BARTOLOMÉ. SU OBRA. Poesía gauchesca.





La obra de Hidalgo ha sido clasificada según sus géneros en Cielitos y Diálogos patrióticos. El crítico -Tiscornia~ divide cronológicamente en dos períodos: Primero esta labor, llamando "poesía militante" a la que corre desde 1811 a 1816, y cuyo basamento sería la angustia personal, las pasiones que despiertan los sucesos civiles, y la actividad del poeta como partícipe de estos acontecimientos. La segunda parte, a la que denomina "poesía expectante" y que retiene lo mejor de su producción, abarca los años de 1821 a 1822.
 Allí su labor se ajusta al ejercicio de sus dotes líricas, ilustrando con piezas de mayor aliento su destreza como comentarista y la fuerza de su personalidad para el planteamiento de su tema. Son poemas de contenido fáctico, en los cuales el autor encarna la voz de sus iguales, su pueblo y su comunidad, y pertenecen a la misma categoría de los 'cielitos', que entonarán después Ascasobi o Luis Pérez en distintos bandos durante el rosismo. Es una poesía que vale como arma, por su contenido y funcionalidad política o bélica. Poesía que interviene en la realidad, que intenta transformarla o dirigirla en un sentido definido. Poesía nacida de un hecho histórico, para comentarlo, para incidir en él, para participar activamente en lo láctico: oponiéndose, corrigiéndolo, aprobándolo. Aquí debemos incluir los 'cielitos' de 1812 y 1814, que se gritaban de trinchera en trinchera durante el Primer Sitio de Montevideo. También el 'Cielito' contra los portugueses de 1816; respuesta, de 1820, al Manifiesto de Fernando VII; 'Cielito' de 1819 y, finalmente, el primer 'Diálogo patriótico', con sus notas de crítica social y de sátira al robo de los caudales públicos. A excepción del "Cielito' de 1819 (público doble: las autoridades y los hombres de su clase) todos estos textos van dirigidos fundamentalmente a los hombres de la campaña, los que componen los ejércitos patrios del momento".
 Es lógico suponer entonces que Bartolomé Hidalgo, por ser el iniciador de la Poesía Gauchesca, debió encontrar dificultades expresivas que asumió con plena conciencia y que se propuso superar. De gran importancia, en primer lugar, era el público o los oyentes a quienes se dirigía, pues lo habitual era el contacto por vía oral, produciéndose sólo en un momento posterior la difusión de los cielitos mediante hojas voladoras.. La patria necesitaba una expresión directa y clara, para lo cual el cielito le sirvió como medio directo de información y comunicación. No puede afirmarse que Hidalgo sea el inventor del cielito, ya que se conocían en la campaña una danza de este nombre y su música con anterioridad a 1810.
 El cielito proviene de su estribillo, "cielo, cielito, cielo", con numerosas variantes en su formación lírica, y así lo aclara Augusto Raúl Cortazar en su estudio sobre Los cielitos patrióticos, expresión folklórica del alma argentina. En su primera época, su letra tuvo acentos sentimentales, como puede comprobarse en una copla que recogió Juan Alfonso Carriza en Tucumán:
"Himno Oriental".
'Sentimiento de un patriota'.
"Marcha Nacional".
"Cielito Oriental".
"Cielito patriótico para cantar la acción de Maipú".
"El triunfo".
"Nuevo diálogo patriótico".
'Diálogo patriótico'.
"El Argos".
"Cielito patriótico".
"Al triunfo de Lima y el Callao".
"Diálogo patriótico interesante".
"Relación de las fiestas mayas".
El cielito militante: "Escuchado el primer cielo militante y conocido el éxito que lo consagró en la campaña y en los campamentos, surgieron multitud de letras anónimas que se distribuían en hojas sueltas, volanderas, y que siempre o casi siempre fueron escritas, como advierte Juan María Gutiérrez, por la misma mano culta que acababa de escribir una oda o un himno".
 La Gaceta de Buenos Aires reprodujo en sus columnas algunos de estos cielitos, y la famosa antología publicada en 1824 con el título de Lira Argentina dio cabida en sus páginas a dos de estas composiciones.
En otro aspecto, Hidalgo intenta, con sus producciones finales de 1821-1822, una aproximación al diálogo o la entonación, elemento fundamental de la Poesía Gauchesca. Así lo ha dejado apuntado en un ensayo (Cielitos y diálogos patrióticos) Horacio Jorge Becco: "Hidalgo debió advertir ese descubrimiento de la voz del canto, pero ese descubrimiento le fue dado, a juzgar por los distintos procesos que va sufriendo su obra, por la vitalidad de un lenguaje peculiar y propio; ya que esa misma desnudez idiomática le servía para examinar cómo sus versos eran colectados en provechoso triunfo por lectores primitivos.
 La valoración de sus 'Diálogos' no provenía simplemente de un desarrollo más o menos oportuno y feliz; residía principalmente en haber logrado la forma verbal de contarlos. El primero de sus 'Diálogos' presenta a Jacinto Chano (capataz de una estancia en las islas del Tordillo) y al paisano Ramón Contreras (gaucho de la Guardia del Monte). Es una pieza sin útiles grotescos, con cierta emocionada y dolorosa visión. Es un evocar los años de contienda, con sangrientos desencantos, donde han luchado por una libertad y una confraternidad entre hermanos que no llega a producirse.
"El 'Nuevo diálogo" dirá, con variantes sobre el tema más constante de Hidalgo, la unión de los americanos y las luchas por la libertad. Similares asuntos aparecen en sus cielitos, como el manifiesto de Fernando VII, distintos sucesos de episodios de la guerra gaucha, el perdón de Belgrano a los vencidos en la batalla de Salta, la soldadesca corajuda, al enemigo topando, / el poncho a medio envolver / y el alfajor en la mano'.
 Este instrumento de pelea vuelve a evidenciar el constante estado de alerta en el paisano, dispuesto a combatir de continuo, poniendo su corazón en Dios' y en los ideales de patria grande, lo que vio en las fiestas Mayas de Buenos Aires, en 1822 la pieza más celebrada y ejemplificada de su labor poética.
 Como su titulo lo informa, el diálogo cubre con simpatía la colorida descripción de las fiestas mayas, siguiendo firmemente la realidad de todos los días desde la noche del 24 de mayo, influyendo la ornamentación de la plaza, las inscripciones de la pirámide, . la música y los cantos, los fuegos artificiales, la ceremonia oficial, los honores militares, el pueblo reunido, las funciones teatrales y los bailes, el gracioso palo enjabonado y los rompecabezas, el asombro por las mujeres, las carreras de sortija, etc.
 Esta labor del poeta concuerda con los testimonios que hallamos en El Argos, en las muestras palpables de nuestra mejor iconografía, sobre la ciudad de Buenos Aires, en los viajeros como 'Un inglés', y en los cronistas posteriores a esa fecha." Como nota final sobre este asunto, agrega Becco un magnífico resumen que ofrece Augusto Raúl Cortazar: "Los tres diálogos tienen elementos comunes en su estructura, fondo y formas. Jacinto Chano y Ramón Contreras son los únicos interlocutores; a modo de introducción se relatan siempre episodios que tienen por eje el caballo, que ocupaba, en efecto, un primer plano en el mundo mental del gaucho. Las visitas, hechas y retribuidas a pesar de la distancia que separa a los amigos, son motivo para mostrar actitudes, costumbres, modos de comportamiento del gaucho, que se entrelazan con la exaltación de las glorias guerreras y los ideales ciudadanos.
 Idénticos sentimientos animan a los tres poemas: el amor a la patria sobre todos, y como consecuencia el ansia ardorosa, y por momentos conminatoria, de unión, de concordia, de justicia y libertad. No se expresan como invocaciones abstractas y palabreras, sino que fluyen naturalmente de los temas propios de una conversación de gauchos y se apoyan en la referencia a los sucesos candentes del momento.

sábado, 17 de febrero de 2007

HIDALGO, BARTOLOMÉ. BIOGRAFÍA


   
Biografía
El poeta rioplatense Bartolomé José Hidalgo nació en Montevideo el 24 de agosto de 1788; sus padres fueron Juan Hidalgo y Catalina Jiménez, ambos argentinos. A raíz de la muerte de su padre, en 1800, debió enfrentar el mantenimiento de la familia. "Ya he dicho -afirma Hidalgo- que soy de una familia muy pobre, pero honrada; que soy hombre de bien y que esto es todo mi patrimonio." Nada se puede afirmar de su instrucción, salvo que debió participar de la impartida por los padres franciscanos, y su propia obra nos aproxima a su conocimiento de los neoclásicos españoles, tanto los líricos como los dramáticos, de acuerdo con las exigencias del gusto de su época. En 1803 aparece como empleado de tienda de don Martín Artigas, el padre de su gran amigo y compañero, José Artigas, libertador y jefe de los patriotas uruguayos. Pasa luego a ser empleado del Ministerio de la Real Hacienda (1806), por su práctica contable, pero el 20 de enero de 1807 participa contra los invasores ingleses en la refriega de El Cardal, luego de haber sentado plaza en el batallón de milicianos. Vuelto a su puesto burocrático, en 1811 se vincula con los partidarios de Artigas, y llega a Paysandú y Salto, luchando contra los portugueses. Compone en esta fecha su "Himno Oriental", por cuya causa fue declarado 'benemérito de la Patria" por el Primer Triunvirato que formaban Chiclana, Sarratea y Paso.
El 30 de enero de 1816, se representó en la Casa de Comedias, su unipersonal 'Sentimiento de un patriota'; y, casi de inmediato, se le nombró Director del mismo teatro." Durante el período netamente artiguista, Hidalgo escribió un segundo unipersonal, "Idomeneo", cuya autenticidad se ha puesto en duda; la "Marcha Nacional", de 1816, al saberse la invasión de Lecor; y el "Cielito Oriental" contra los portugueses, en agosto de ese mismo año. El 27 de enero de 1817 entró Lecor al frente de las tropas portuguesas en Montevideo.
Hidalgo pasó a ser censor de la Casa de Comedias. Su situación se volvía insostenible en esas tierras y así decide en mayo radicarse en Buenos Aires. Aquí publica su "Cielito patriótico para cantar la acción de Maipú", y otro personal, "El triunfo".y año después su "Nuevo diálogo patriótico". El 26 de mayo contrajo matrimonio con una porteña,. Su mayor producción le sigue luego: "Cielito patriótico" ( del ejército libertador del Alto Perú) "Al triunfo de Lima y el Callao"; "Diálogo patriótico interesante"; hasta su última producción "Relación de las fiestas mayas", en 1822.Una afección pulmonar lo obligó a radicarse en el caserío de Morón, villa aún de verdes campos y limpia, pero la muerte lo llevó el 28 de noviembre, en una pobreza total. Su nombre no se refleja en los periódicos, y fue enterrado en el cementerio local; pero en el transcurso de los años su sepulcro no ha sido individualizado. Es que ha entrado en su tierra con la aureola del canto fresco y comunicador.." De un romanticismo evocativo y ampuloso es el siguiente enfoque que nos presenta Ricardo Rojas en su Historia de la literatura argentina: Tal se nos aparece la figura de Hidalgo, al entrar en la historia de la literatura nacional: vestido de chiripá sobre su calzoncillo abierto de cribas; calzadas las espuelas en la bota sobada del caballero gaucho; terciada, al cinturón de fernandinas, la hoja labrada del facón; abierta sobre el pecho la camiseta oscura, henchida por el viento de las pampas; sesgada sobre el hombro la celeste golilla, desafinada a servir de banderola sobre el enhiesto chuzo de lanceros; alzada sobre la frente el ala del chambergo, como si fuera siempre galopando la tierra natal: ennoblecida la cara barbuda por su ojo experto en las baquías de la inmensidad y de la gloria. Una guitarra trae en la diestra que tiempo atrás esgrimiera las armas de la epopeya americana' (Los gauchescos, II, p. 342, Buenos Aires, Losada, 1948)".

Allá va cielito y cielo
cielito de mi esperanza,
que vencen los imposibles
el amar y la constancia.

Así también, de la tradición oral, y tomados por Ventura Lynch, una concordancia hacia el tema amoroso:
Oh, gallo, si tú supieras
lo que cuesta un buen querer
no cantabas tan aprisa
al tiempo de amanecer.

miércoles, 14 de febrero de 2007

HAIKUS. Punta del Este.(febrero del 2007)


l.
Sospechamos que:
Roberto es la causa
de quedar sola.

2.
Yo me pregunto:
serán los dinosaurios
también amigos?

3.
Que gran insomnio!
le los diarios de hoy
y semanarios.

4.
Cuelga colgada
la gorda luna....Dijo:
Nicolás Guillén


5.
Cuatro millones,
imposible pensar
por casa aquí.

6.
Fuimos al Conrad,
jugué por primera vez,
por suerte perdí.


7.-
Terminó drama,
dijo Mecha, estreno
de piscina... YA!

8.
Todo Enero
diez horas apiraron
la ''maravilla'.

9.
Pude aprender:
a valorar H P,
agua y demás.

10.
Dice la ''poli''
robo entregado y
sin muchos rastros.

11. Leo y Andrés,
estan sin fono y sin
alarma.....''ojo''.

12.
Tu nos dejastes,

la barriga nos dolió,
comimos todo!
13.

Imposible mas!
piensan amargarme hoy?
.......pura pavada.

14.
Gordas chanchas son,
se comieron todo y ...
luego que pasó?

15.
Es tan corto el
amor y tan largo el
olvido...bruja!!!

16.
Nosotras también,
trabajando estamos...
bon soir mon ami!

17.

Muy feliz estoy
por tu gusto amiga,
mas cantos habrán!

18.
Que alegría!
estan trabajando hoy,
besos queridas!

19.
JaJa! con haikus

estamos juntas siempre,
somos felices!

martes, 13 de febrero de 2007

ALTOLAGUIRRE, Manuel. A MI MADRE y NIÑO EN EL CAMPO











Aquí tengo tu ausencia
a pesar de la noche,
casi te tengo a ti
vacía de sombra,
hueca de oscuridad,
recorriendo traslúcida
mis tinieblas de olvido.
En esa fría comarca
escucho tu silencio
profundo como herida,
laberinto labrado
en un cielo de música.
Así te tengo clara
porque nada en el mundo
puede ocupar tu sitio
Hoy mi tiempo sin ti
cubre tu transparencia,
acaricia tu forma,
y el agudo vacío
de tu silencio. Lloro.
Mi corazón dió golpes en la oscura
puerta interior y se me fue la vida
hacia adentro, hacia ayer, hasta de nuevo
encontrarme apretado en la semilla
del Sembrador de sueños.

No vi su rostro, ni conozco el prado
en donde es flor el mundo en que vivimos,
entre otros astros, hojas desprendidas
de las frondas del tiempo: sueño, nada.
Dios llegará en que Dios, para su gloria,
me hará volver - que breve es el camino! -
y entonces sí será verdad mi canto.






Edad me quitan los árboles,
me roban la vida.
Otra vez soy como un niño
sin el pesar de los días.
Que luz sobre mis recuerdos,
que blanca luz ilumina
la verde llanura en donde
mi memoria está extendida!
Hiere mi candor profundo
una luz nueva. Me olvida
entre unas flores pequeñas,
sobre una arena muy fina,
niño del alba que tiene
alas de tierra y de brisa,
memoria suya por campo
y un cielo por fantasía.
Desnudo de edad, fugaces
los perfiles de mis días
se deshojan de mi infancia
dando cuenta de mi vida.
Un tiempo labrado en aire,
en agua, en fuego, en arcilla,
testimonio son de un alma,
que ante Dios se exterioriza.




lunes, 12 de febrero de 2007

sábado, 10 de febrero de 2007

SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ. REDONDILLAS





















Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis,
si con ansia sin igual
solicitáis su desdén
por que queréis que obre bien
si la incitáis al mal?
Combatís su resistencia
y luego, con gravedad,
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.
Parecer quiere el denuedo
de vuestro parecer loco,
al niño que pone el coco,
y luego le tiene miedo.....

miércoles, 7 de febrero de 2007

AMORIM, Enrique.QUIERO


''me preguntas que quiero y te respondo''
Quiero que las ventanas de mi patria

se abran hacia paisajes conquistados.

La tierra entera para el hombre entero
y el humo acariciando los sembrados.
Quiero caminos con canciones,
quiero
oir mi voz perderse

 entre las voces en el polvo, en el polen.
Las guitarras
templadas en el filo de las hoces.

Entre la muchedumbre
quiero oir
a la mujer cantar
y en labios rojos
las brazas
sin cenizas de sus cantos

y un alba de laureles en los ojos.
Quiero la mano fraternal, tranquila
partiendo el pan sin exigencia alguna.

Quiero un campo oloroso y opulento
sin perros que le ladren a la luna.

Quiero espantar a pálidos fantasmas
que el pasado dejó contra los murosde mi casa de ayer,
quiero vencerlos
con flores frescas
y diamantes puros.

Para tí, para mí,
para el que nace
en el instante
en que esta línea escribo.

Quiero una paz poética perfecta,

la luna, la paloma y el olivo.
La paz cristiana y la pagana.
Quiero
la de la hormiga
que al rosal debora
precisamente,
y la del topo arisco

que desprecia a la aurora,
la del pájaro libre
que en el bosque
primitivo
se esconde

para evitar al hombre que guerrea.
Quiero una paz bajo la lluvia
donde
la suave línea del paisaje
estire
sus frágiles andamios de esmeraldas.
La paz del viento y la del árbol alto
con su carga de sol a las espaldas.
Y la paz de las hojas que nos miran
arar,carpir, sembrar - y hasta escribir -

con ojos verdes de esperanza cierta.
Quiero la paz para vivir sobre el caballo
y junto al perro fiel,
para tí, para mí,
para el que duerme

en el instante en que la Paz invoco,
la dulce paz inerme de la espiga,
del trébol y del hombre.

La de este río y la del amigo lejano,
en tierras donde yacen
huesos
de millones de muertos sin testigo
.
Quiero una paz que la memoria aliente

de los que en vano desaparecieron,
una paz justiciera regida por aquellos
que murieron 
con la esperanza de una vida nueva.
Para las tumbas,
sí, también la quiero

para las alas de una golondrina
y un plato caliente del puchero.
Para tí, para mí, para el que cometrágicamente a solas
mientras caen granadas en Corea
y sangran las heridas españolas.
Y para tí, maestra de los campos

santa madrugadora y tesonera
quiero que no te olviden los que vienen
laborando la paz en primavera.
Vibro con el escudo del colegio
vuelvo a la infancia y en el aula
vibro
en vano hablar de patria

 sin escuelas 
que el arma de los pueblos es el libro.
Quiero aquel libro que se escamotea
en la balumba de las frases hechas

quiero ese libro que se esconde y quema
quiero que se reparta en las cosechas
junto a la trilladora, en el granero
mientras cantan gargantas y poleas
en el rumor del mundo, libro y grano,
libre el trigal y libres las ideas.
Quiero un mundo de puertas sin cadenas
libre la mar, libérrimo el velero.

Cerrojos y candados sumergidos...
 En tus manos las llaves, compañero.
Quiero la paz del grillo
en su nocturna
ilusión infinita,
tan constante
como este quiero
inevitable y claro
que repito anhelante.
Abro mi corazón al responderte

y no cierres el tuyo a mi respuesta.
Oye en la Paz como despierta el pueblo

Súmate a la alegría de la fiesta.
Y no interrogues mas,
ven con nosotros 

a desbrozar la selva hasta el sendero.
Quiero un hermano mas, sencillamente,
ya ves que poco quiero!